Entre las opciones que se paran como oposición a La Libertad Avanza este 26 de octubre está la lista de Proyecto Sur, que lleva a Ricardo Alfonsín a la cabeza de los candidatos diputados nacionales. “Es el único radical que encabeza a una lista en la provincia”, dice Gustavo López, el fundador de FORJA que ocupa el tercer lugar en la nómina. 

Férreo crítico de la gestión de Javier Milei, López sostiene que la propuesta del espacio apunta al electorado que busca una alternativa opositora y no tiene intenciones de votar a Fuerza Patria.

“Queremos que no acompañen a oposiciones falsas”, advierte el dirigente de origen radical a Buenos Aires/12. Conocedor del mundo de los medios de comunicación tras su paso como presidente del Sistema Nacional de Medios Públicos, señala que hay periodistas que viraron a ser “operadores políticos y económicos” y que son cómplices de los quehaceres del actual gobierno nacional.

López apela a que en el Congreso crezca la representatividad que busca frenar a Milei y que los votos no decanten en coaliciones como Provincias Unidas o Potencia que, dice, luego terminan comulgando con las directrices libertarias.

—¿Qué opción plantea la lista que encabeza Ricardo Alfonsín?

—Nosotros somos un frente opositor a Milei. No somos el camino del medio o del centro, somos opositores. No nos da lo mismo un lado o el otro de la grieta entre comillas, porque no me gusta esa idea. Acá se está a favor o en contra del gobierno nacional en una elección de medio término. Nosotros estamos en contra por cuestiones ideológicas e institucionales. Es el gobierno más cruel, insensible, autoritario y menos democrático desde que volvió la democracia. En ese marco, decimos que hay que frenar a Milei con un conjunto de valores: democracia, república, honestidad, equidad y justicia social. Somos uno de los frentes opositores, porque hay otros como Fuerza Patria.

—¿A qué electorado pueden seducir?

—Precisamente, a aquel que no quiera votar a Fuerza Patria, que tiene un origen radical, socialista, progresista o independiente, que si no tiene esta opción termina votando partidos o frentes que después acompañan al gobierno nacional. Por ejemplo, Provincias Unidas o Potencia. Hay opciones dentro de la oposición, y la oposición gana cuantos más legisladores ingrese al Congreso. Bueno, nosotros somos una opción en el campo nacional y popular. Con el agregado, más allá de que renunció al partido, de que Ricardo Alfonsín es el único radical que encabeza una lista. Por eso le hablamos a esa tradición de centro izquierda para que no acompañe oposiciones falsas. Si quiere votar en contra de Milei, que nos vote a nosotros.

—¿Provincias Unidas no es opositor?

—Es el plan B del establishment. Si La Libertad Avanza y el PRO se van a la banquina, un escenario que uno no desea pero que es posible, esta liga de gobernadores de centro derecha está recreando Juntos por el Cambio. Pero no es la única liga de gobernadores. Está Gustavo Melella de FORJA en Entre Ríos que junto a Kicillof, Insfrán, Ziliotto y Quintela no firmaron el Pacto de Mayo. Además, se nota porque le dieron una manito en Diputados cuando cambiaron el voto en particular por la ley de DNU y le dieron oxígeno al gobierno. Tampoco hay que olvidar que votaron la Ley de Bases y hasta hace menos de dos meses le bancaron todo. Entonces, para frenar a Milei que nos voten a nosotros.

—¿Qué significa frenar a Milei?

—De llegar a ganar Milei, su importan autoritaria se exacerbaría y el modelo de entrega de exclusión y de entrega sería catastrófico. Infringirle una derrota electoral le impide hacer eso. Pero tenemos propuestas también, como modificar el RIGI. Una cosa es que vengan inversiones y otra diferente es que vengan, no dejen nada en el país y no tengan nada que ver con el entramado productivo. Aumentar las jubilaciones es una propuesta. Lo mismo sostener el presupuesto universitario o derogar la ley que rige los DNU para que sean una excepción y no la regla. Hay que cambiar la dirección de la política económica para que sea productivista y no financiera. Eso podemos hacerlo desde el Congreso. Podemos votar el presupuesto con modificaciones que no eliminen la educación la salud y la justicia social, tal como está el que mandó Milei.

—¿El Congreso puede torcer el posible acuerdo con Estados Unidos que pregona Milei?

—Sí. Por eso necesitas meter más diputados y senadores de la oposición. No de la oposición amigable que van a terminar acompañando los grandes ejes del gobierno, pero con prolijidad, sin gritos y sin insultos. Con esto se podría generar el piso mínimo para que no salgan los vetos. Si Milei hace una buena elección, en 2027 no va a quedar nada.

—¿Qué impacto tiene el rostro de José Luis Espert en la boleta?

—La gente se va a acordar de que un narcotraficante financió la campaña. Es no perder la memoria porque indigna mucho. La gente se muere de hambre en el interior del país, ves que en el conurbano no llegan a fin de mes, y en paralelo ven que un tipo se hizo millonario a través del narco. Nosotros recorrimos las ocho secciones electorales, fuimos a centros de jubilados, asociaciones civiles, de comerciantes, sindicatos y todos por unanimidad dicen lo mismo. No hay consumo. Un jubilado con menos de 400 mil pesos no llega al día diez. Te lo plantean en Chascomús, en Pergamino, Junín o Bahía Blanca y plantean lo mismo: no hay plata en el bolsillo. La economía está en una situación crítica sin horizonte.

—¿Los bonaerenses comprenden el valor estratégico de tener mayoría en el Congreso?

—Lo empiezan a comprender cuando ve que el gobierno nacional no construye rutas, cuando se paralizaron todas las obras, cuando hay 16 mil viviendas sin terminar por la Nación o que le retuvo 12 billones de pesos a la provincia de Buenos Aires. En todos los territorios reclaman que no hay consumo, no hay comercio y no hay industria.

—¿Cómo evalúa el nuevo acercamiento de Macri a Milei?

—Mauricio Macri quiere quedarse con el gobierno y ve la oportunidad por la debilidad de Milei. Quedarse con el gobierno es quedarse con los negocios que van a venir, desde la privatización de la energía nuclear hasta lo que se imagine. Yo creo que si le va mal a Milei le va mal a Macri, por eso el plan B es Provincia Unidas. Sino, estaremos en una reedición del gobierno de Macri con Milei de mascarón de proa, aunque con las privatizaciones en manos de quienes estuvieron con Macri, como Caputo o Sturzenegger.

—¿Qué opciones de acuerdos legislativos advierte en el Congreso?

—Con los libertarios no se puede, pero sí con otras que son democráticas. Hay que llegar a acuerdos mínimos con la soberanía y no vender el país. Hay que hacer el cordón sanitario que no pudimos hacer en 2023. Tendrán que sacarse la careta los que acompañaron la venta del país. Es muy grave lo que está haciendo Milei y va a llevar muchas décadas corregirlo. Hay que arrancar con acuerdos en la política, pero hay que incorporar acuerdos productivos con todos los sectores.

—¿Cómo ves el vínculo del Presidente con el periodismo?

—Veo como algo bochornoso la manera en que algunos periodistas se encolumnaron con este gobierno. Parece un periodismo del SXIX más que del SXX. Dejaron de hacer periodismo en algunos casos y pasaron a ser operadores políticos y económicos. Son parte de generar una crisis institucional importante porque cuando el Presidente decía barbaridades lo aplaudían y se reían. En vez de decir que hay límites, más allá de estar a favor o no de un gobierno, dejaron que se crucen. Y mañana les puede tocar a ellos. Por eso hay que recuperar esos límites de convivencia que rompió Milei y festejó el establishment y parte del periodismo.