“Salí del morro pero el morro no sale de mí, conozco el dolor de quienes allí viven y conozco la crueldad y la perversión de quienes gobiernan y no saben gobernar”, decía la diputada federal Benedita Da Silva, mujer negra y de la favela, a pocas horas de que en do Alemão y en Penha fusilaran a personas que ya habían sido reducidas en la masacre de Rio de Janeiro.  

Los testimonios de vecinos y vecinas dan cuenta de que el accionar de la policía está por fuera de cualquier Estado de derecho. A primeras horas del día miércoles se hablaba de más de 60 cadáveres y con el correr de las horas los cuerpos eran rescatados por gente del lugar: las imágenes no le son ajenas a un mundo que observa por redes sociales el genocidio en Gaza, lo decía una referente de la organización Coalición por los Derechos desde el lugar afirmando que las cifras eran muchas mas que las oficiales: “Hasta el momento, se han registrado más de 128 muertes como resultado de la masacre perpetrada ayer por el gobernador Claudio Castro”. En varios medios brasileños se confirma que algunos cuerpos tenían perforaciones de bala en la nuca y que varios estaban con las manos amarradas, muestras de que fueron fusilados sin presentar resistencia.

La masacre de Río de Janeiro no se explica de una sola forma, involucra a los tres pilares del crimen organizado en Brasil: las milicias, la policía y el narcotráfico. Tainá de Paula es actualmente la concejala más votada por el PT en Río de Janeiro, en la misma casa legislativa de Marielle Franco, quien fue asesinada por Ronnie Lessa y Élcio de Queiroz, dos ex policías que fueron condenados como autores materiales, pero hasta hoy no se sabe quién ordenó asesinarla ni por qué. Tainá es una activista feminista y negra que viene trabajando muy de cerca la cartografía de las favelas, a las que hoy llaman “complejos” para darle un tinte políticamente correcto.

“El modus operandi del gobierno de Cláudio Castro es la necropolítica”, dice en una entrevista realizada cuando los cuerpos de las personas aún estaban tibios. Claudio Castro, de la línea bolsonarista y aspirante a sucesor del ultraconservador calificó a este megaoperativo en las favelas de la ciudad carioca como una acción de "defensa" en medio de una "guerra". ¿Cuál es el sentido de esta narrativa? ¿Por qué la metáfora bélica gana cada vez más terreno en las ultraderechas?

Según la filosofa mexicana Sayak Valencia sobre el concepto de necrocapitalismo, este sistema se caracteriza por la inmersión de la vida cotidiana en una "crueldad ultra especializada" que se manifiesta en la violencia brutal y el derramamiento de sangre. En este marco, la filósofa enfatiza la comercialización política del asesinato: la destrucción de los cuerpos se convierte en una mercancía valorada que genera altos réditos económicos. Los cuerpos decapitados, torturados y desollados se usan para ejemplificar y publicitar una mutilación y desacralización del cuerpo humano.

"El gobierno de Claudio Castro ya ha asesinado a 890 personas en los últimos cinco años", dice Tainá de Paula. Foto: EFE.
 

“En todos los territorios de Brasil existe el narcotráfico, pero la lucha del Estado no es contra las drogas, sino contra la favela y sus habitantes”, dice Tainá de Paula, ella viene denunciado que se trata de un ataque dirigido hacia la población negra. Durante la masacre se incautaron 91 fusiles según los datos de la propia policía, sin embargo Tainá asegura que “la mayor incautación de fusiles en la historia de Río de Janeiro ocurrió en 2023, en un condominio de lujo, y la Policía Militar no intervino a tiros porque no se trataba de una favela. Del mismo modo que Israel no ataca a China ni a Corea del Norte, las fuerzas de seguridad de Brasil no atacan a la llamada élite blanca brasileña

Tainá se refiere a Roberto Jefferson, un político ultraconservador, aliado de Bolsonaro y líder del Partido Trabalhista Brasileño (PTB) que fue detenido en 2023 por orden del Supremo Tribunal Federal al mando de Alexandre de Moraes, acusado de participar de una red que promueve actos contra la democracia: "No me voy a entregar, es un absurdo, soy víctima de la tiranía y voy a enfrentarlos", publicó Jefferson en videos en su cuenta de Twitter durante las horas en las que permaneció atrincherado en su casa de Levy Gasparian, en la región serrana del interior de Río de Janeiro. “Esta persona condenada recibió a la policía con disparos y granadas y los agentes prácticamente se tomaron un café con él”, dice irónicamente Tainá.

O terrorismo o narcotráfico

En agosto de 2025, Trump anunció el inicio de la operación Iron Tide formada por 400 marines, buques de desembarco anfibio y al menos tres buques de guerra atacaron embarcaciones del Mar Caribe en nombre de la lucha contra el narcotráfico. La justificación era la persecución del Cartel de los Soles, que aseguraba era liderada por el presidente Nicolás Maduro. Gustavo Petro denunció que una de las lanchas hundidas por Estados Unidos pertenecía a pescadores colombianos.

“Sabemos que Estados Unidos siempre ha necesitado la guerra para mantener su posición de poder, y esta ´tradición´ de armar a la población tiene una larga historia. Aquí, durante los cuatro años de gobierno de la extrema derecha (de Bolsonaro), se produjo el mayor armamento de la sociedad. De 2019 a 2022, Brasil experimentó un aumento significativo en el número de armas registradas en manos de la población civil, impulsado por una política de flexibilización del acceso a las armas. Entre 2019 y junio de 2022, se registraron 591.000 nuevas armas de esta categoría, lo que representó el 42% del total registrado en ese período”, explica.

Tainá asegura que la ONG Instituto Fogo Cruzado muestra que el gobierno de Claudio Castro ya ha asesinado a 890 personas en los últimos cinco años: “Me refiero únicamente a las masacres más publicitadas, como la de Vila Cruzeiro en 2022, la del complejo Alemão también en 2022 y la de Jacarezinho en 2021”.

En varios medios brasileños se confirma que algunos cuerpos tenían perforaciones de bala en la nuca y que varios estaban con las manos amarradas. Foto: EFE. 
 

 

En busca de un candidato para la ultraderecha

El año que viene Brasil elige presidente, según Tainá la narrativa es promocionarse políticamente “a costa de los cuerpos en las favelas de Penha y Alemão: atacó a familias, a residentes, y sembró el terror durante todo un día en lugares que cargarán con este dolor durante meses, y algunas familias durante años. La extrema derecha no tiene candidato para las elecciones presidenciales de 2026 y está intentando, a toda costa, encontrar a alguien que pueda reemplazar al candidato inelegible. Nada les interesa más ahora que apoyar a un candidato que perpetra una masacre en las favelas con un saldo de 128 asesinatos. La extrema derecha odia las favelas, a sus habitantes y todo lo que proviene de ellas".