“Tu hermana salió a comprar la carne”. Esa fue la excusa que usaron cuatro hombres y una mujer cuando una nena de seis años preguntó por Irina López en la entrada de una pensión de la ciudad de Corrientes. Los gritos que escuchó desde adentro le alertaron sobre ese cuento de adultos y en vez de ir a la carnicería, recorrió las habitaciones del lugar: en una de ellas, su hermana, de quince años, agonizaba tras sufrir una violación. A su lado, en la misma cama, su hija de seis meses lloraba desconsoladamente.  “López murió desangrada a raíz de la agresión sexual”, dijo a PáginaI12 la fiscal Graciela Fernández Contarde y agregó que el presunto agresor, un inquilino de la pensión, huyó del lugar y fue detenido en la terminal de ómnibus. Sus cinco amigos que inventaron al historia también fueron detenidos.

Distintas organizaciones feministas convocaron una marcha para las 10 de la mañana para pedir justicia por López y también por Karina Macedo, el otro femicidio ocurrido en Corrientes esta misma semana. “La única herramienta que tenemos es visibilizar el reclamo y seguir marchando, porque el Estado no da respuesta al pedido de políticas y tampoco da atención o contención a las víctimas” sostuvo Kari Cardozo, de la organización Kuña Mbareté María Conti. La manifestación tendrá lugar en la Plaza Vera y se marchará hasta los Tribunales correntinos para pedir por la aplicación de políticas públicas para frenar la violencia machista y la incorporación de una perspectiva de género en la Justicia provincial. “La situación es cada vez más terrible, nos pone a las mujeres en el blanco. Las cifras de víctimas son lamentables”, completó la dirigente.

Irina López vivía en una pensión de la capital correntina junto a su hija de seis meses, su hermana menor y su madre, Griselda López. Para subsistir, madre e hija trabajan en la misma posada lavando ropa y sábanas de otros huéspedes. En la misma pensión, ubicada en la calle Honduras entre las avenidas La Paz y Maipú, se alojaban desde hace cuatro meses, una mujer y cuatro hombres brasileños. El miércoles pasado, los cinco turistas festejaban el cumpleaños de uno de ellos en la entrada del hostel. Las cuatro mujeres fueron invitadas al festejo, sin imaginarse el horror que ocurriría después. 

“La madre cuenta en su testimonio a la fiscal que ella y su hija menor subieron a la terraza a limpiar y colgar ropa”, relató una fuente del Juzgado N°5 de Instrucción y agregó que “Irina se quedó sola con los brasileños. Pasó un rato y Griselda le pidió a su hija menor que baje a la entrada para buscar a Irina”. Los que quedaban en el asado le mintieron a la niña de seis años sobre el destino de la adolescente: dijeron que estaba en una carnicería. “En cambio, Irina había quedado encerrada en una habitación con su hija y un hombre”, completó el vocero.

La niña, de solo seis años, no compró el relato que le vendieron los cinco adultos y salió a recorrer una por una las habitaciones de la pensión. Los gritos orientaron su búsqueda e ingresó a una pieza donde su hermana agonizaba desnuda y desangrada. En la misma cama lloraba su hija de seis meses.

El presunto agresor, de 22 años, intentó escapar luego de la violación pero se topó en la puerta con la madre de López, quien le preguntó por qué salía tan apurado del lugar. “Le dijo que no había ningún problema y salió corriendo”, indicó un vocero de la Fiscalía. El hombre llegó hasta la terminal de ómnibus e intentó comprar un pasaje cuando fue detenido por la Policía de Corrientes. “Solo pido justicia. Él la mató”, dijo Griselda López en una declaración a una radio local

Ayer la autopsia reveló que la joven víctima –el 31 de enero cumpliría 16 años– fue abusada sexualmente y falleció a causa del “desangrado que le produjeron las penetraciones vaginal y anal”. El sospechado fue imputado por la fiscal Fernández Contarde. Sin embargo, aún se aguardan otros exámenes de la autopsia para saber si el presunto agresor actuó solo o bien, la violación fue colectiva. Los cinco amigos del detenido también fueron demorados en la comisaría, a la espera que llegue un traductor para que puedan dar testimonio a la fiscal.

Informe: Jeremías Batagelj.