Organizaciones sociales, gremiales y políticas marcharon para reclamar por la libertad de la dirigente social Milagro Sala, detenida en prisión preventiva hace dos años, y “todos los presos políticos de este Gobierno nacional”. “Para Milagro la libertad, para (el gobernador jujeño Gerardo) Morales el repudio popular”, cantaron mientras se movilizaban a la Casa de Jujuy en Buenos Aires, que los esperó vallada y con las cortinas bajas. Allí, referentes de organismos de derechos humanos y del Comité que reclama el cese de la prisión preventiva que la justicia local sostiene sobre Sala denunciaron en una conferencia de prensa que Morales y el Presidente Mauricio Macri “incumplen resoluciones de organismos internacionales de derechos humanos” y que el de Cambiemos es “un gobierno autoritario que no respeta garantías y destruye el Estado de derecho en Argentina”. Por último, destacaron “la necesidad de estar en la calle y de llevar el reclamo de libertad a cada rincón”. 

“Estamos aquí para denunciar la detención injusta, arbitraria, ilegal de Milagro Sala que ya lleva dos años, 24 meses, 731 días, más de 17 mil horas”, introdujo a la conferencia de prensa Estela Díaz, referente del colectivo que se conformó meses después de que Sala fuera detenida en torno del reclamo por su libertad. Detrás suyo, de militantes de organismos de derechos humanos y de agrupaciones sociales que se sentaron al frente de la mesa improvisada en el medio de la avenida Santa Fe frente a la casa de Jujuy, se ubicó la columna de manifestantes que caminó hasta allí desde el Obelisco. 

La  manifestación, que nutrieron militantes de la Tupac, de La Cámpora y de ATE en su mayoría, partió después de las 9 y avanzó por la avenida 9 de julio. A esa misma hora comenzó un tuitazo con el que miles de personas exigieron la libertad de Sala a través de la red social. Por la tarde, una caravana recorrió 24 cuadras en la zona norte del Gran Buenos Aires (una por cada mes de detención de Sala) hasta llegar a la Quinta de Olivos. 

“Con la prisión de Milagro y de otros compañeros Argentina está demostrando que si hacés política disidente, el precio es la cárcel”, denunció el titular de ATE capital, Daniel Catalano, desde la cabecera de la movilización, compartida con Díaz, Eduardo López de UTE, los diputados kirchneristas Andrés Larroque y Mayra Mendoza; el concejal Edgardo Depetri y miembros de la Tupac Amaru Buenos Aires. Desde la movilización, Elizabeth Gómez Alcorta definió a la detención de Sala, a quien defiende jurídicamente, como “un caso paradigmático” de la democracia argentina ya que “el poder mediático, político y judicial se han ensañado con ella de una forma que no había sucedido en 35 años con una lidereza política” y a su vez, la dirigente “se ha convertido en un ícono de la resistencia”. 

Durante la conferencia, Díaz denunció que la detención de Sala no sólo la afectó a ella, sino también a la organización que fundó en Jujuy, la Tupac Amaru, que “está proscrita políticamente” en la provincia; al Estado de derecho que “ha quedado suspendido en el país”, y a la democracia. 

“Repudiamos la detención de Milagro, que ya lleva dos años, pero también la de (los miembros de la Tupac jujeña), Mirta Guerrero, Gladys Díaz, Graciela López, Mirta Aizama, Alberto Cardozo, Javier Nieva, (el lonco mapuche) Facundo Jones Huala, (los ex funcionarios del gobierno de Cristina Fernández) Carlos Zanini, Víctor Manzanares, Roberto Baratta, Julio De Vido, Diego Barreta, Luis D´Elía, (el exreferente de la agrupación Quebracho) Fernando Esteche, Jorge Yusuf Khalil, (los detenidos durante la represión de las movilizaciones contra la reforma previsional) César Arakaki, Esteban Rosano, Pablo Giusto, Diego Parodi, Juan Vallota, Sebastián Giancarellil, José Carrizo, Fernando Díaz Ponce”, enumeró Díaz, y por último exigió “basta de perseguir a la militancia popular y a oponentes políticos. Esto deteriora a la democracia”. 

Además de “abrazar” a Sala “en nombre de la lucha histórica por la libertad de los presos políticos y de la fuerza de todos los organismos de derechos humanos”, José Schulman, de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, apuntó que “la cárcel de Milagro dice mucho del Gobierno nacional”, a quien describió como “autoritario, que no respeta garantías y destruye el Estado de derecho en Argentina”. Además, consideró que la detención demuestra que “acá se persigue a los negros, a los mapuches y a los que luchan”. “Hay que luchar más, pero eso solo no alcanza”, continuó, “es hora ya de construir una fuerza popular propia y alternativa verdadera”, reclamó. Adhirieron al reclamo las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, los Familiares y Amigos de los 12 de la Santa Cruz, entre muchos otros.  

Por su parte, el presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales, Horacio Verbitsky, resumió el recorrido y los resultados de las denuncias que el organismo, Amnistía Internacional y el colectivo de abogados Andes realizaron en instancias internacionales. En los días subsiguientes, sumarán una actualización informativa sobre los “incumplimientos” del Estado argentino de la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos respecto de la prisión domiciliaria de Sala. “Morales no respondió a los reclamos internacionales y el gobierno nacional y no hizo nada para imponerle las obligaciones aduciendo argumentos inaceptables de federalismo”, denunció Verbitsky y añadió en su crítica a “la Corte Suprema, que guarda un vergonzoso silencio al respecto. Sabe que Jujuy no está cumpliendo”. Los dos años de prisión de Milagro Sala son “una situación extrema” que reflejan “la necesidad de estar en la calle con el reclamo y de llevarlo a cada rincón”. “Solo la movilización social puede garantizar que las resoluciones judiciales se cumplan en un gobierno para el que la Constitución es papel mojado”, completó.

Por último, Lita Boitano, titular de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, aseguró que antes de detenerla “ya la tenían sentenciada a Milago”.  “Para reclamar por la libertad de Milagro no nos tenemos que olvidar de la lucha por la verdad, la memoria y la justicia”, señaló. El reclamo culminó con la lectura de la carta que el lunes escribió la dirigente jujeña a propósito del aniversario de su cautiverio y que publicó ayer PáginaI12: “Creen que nos destruyeron, sepan que nos fortalecieron”.