El gobierno chileno condenó los ataques que ocurrieron en la región de la Araucanía horas antes de la llegada del Papa a Temuco, mientras el presidente electo y líder de la derecha, Sebastián Piñera, anunció que habrá un “eficaz combate al terrorismo” en su segundo mandato, que comenzará el 11 de marzo. A través del subsecretario del Interior, el ejecutivo chileno, a cargo de Michelle Bachelet, repudió los ataques y anunció que “se querellará contra los responsables”.”La policía está trabajando donde ocurrieron los repudiables ataques contra carabineros, iglesias y helicópteros”, manifestó el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, quien vinculó esos episodios con la presencia del Pontífice en la zona.”Afortunadamente la convocatoria que tuvo la visita del Papa contrasta con esas minorías, que buscan reivindicaciones a costa de hechos violentos. Fuimos insistentes en que ese no es el camino”, enfatizó Aleuy. En tanto, Piñera expresó en su cuenta de Twitter su “rechazo absoluto a los cobardes y violentos ataques ocurridos en el sur en vísperas de la visita del papa Francisco en la Araucanía”.Además, el líder conservador reafirmó que “el combate al terrorismo” será una de sus políticas de Estado.”Vamos a combatir el terrorismo con mayor voluntad y eficacia, para lo que necesitaremos la colaboración y unidad de todos los chilenos”, agregó.

El primero de los ataques había ocurrido poco antes de las 2 de la madrugada, cuando se destruyó una capilla católica en la ruta que une Panguipulli con Lican Ray, unos 300 kilómetros al sur de Temuco.Luego, alrededor de las 3, varias barricadas fueron quemadas en la ruta nacional 5 sur a la altura de Collipulli, 30 killómetros al norte de Temuco. El último hecho ocurrió en la base La Colcha, también en cercanía de Temuco, donde dos helicópteros para el combate a incendios forestales fueron destruidos por el fuego. Esa zona es escenario de un histórico conflicto en torno a tierras ancestrales reclamadas por comunidades indígenas a empresas forestales y agrícolas. En los últimos años, la situación fue agravándose y provocó la muerte de varios comuneros, policías y agricultores.