Antes de regresar a la argentina luego de su gira por Europa,  Mauricio Macri salió a tomar posición sobre algo que todavía no ocurrió y cuyos resultados se desconocen. Durante su último día en Francia y tras haber fracasado el acuerdo Mercosur-Unión Europea, anunció que “Argentina no va a reconocer” los resultados de las elecciones en Venezuela. Su argumento se centra en que en esa convocatoria hecha por el presidente Nicolás Maduro “no habrá opositores”, cuando en rigor no hay fuerzas opositoras censuradas para ello aunque sí candidatos inhabilitados por distintos ilícitos. El martes pasado, la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela decidió adelantar las elecciones presidenciales previstas para fin de año. Lo hizo mediante un decreto, que establece que los venezolanos irán a las urnas en el primer cuatrimestre de 2018. Maduro anunció que la fecha tope será el 30 de abril. “Argentina no va a reconocer esa elección. Maduro ha tomado el pelo a toda la región y al mundo entero porque ahora dice que va a haber una nueva elección sin opositores, y luego dirá que es un presidente elegido democráticamente”, lanzó el jefe de Estado desde Francia, donde asistió junto al ex presidente Nicolas Sarkozy al triunfo del PSG frente al Montpellier. El argumento que utilizó el mandatario para anticipar su postura es que en esos comicios “no habrá opositores”, en alusión a la opositora Mesa de Unidad Ciudadana (MUD). Sin embargo, esto es así porque la MUD saltó por los aires luego de la dura derrota que sufrió la derecha en las elecciones regionales de octubre del año pasado, en las que el chavismo venció en 22 de los 23 distritos electorales que tiene ese país. Es decir que esa fuerza como tal no presentará candidatos. Sí lo harán los partidos opositores que la integraron. Uno de los dirigentes que no podrá postularse es Henrique Capriles, la cara más visible de esa alianza de derecha, ya que la Contraloría General venezolana lo inhabilitó por delitos cometidos durante su gestión como gobernador de Miranda. Tampoco podrá presentarse Leopoldo López, principal dirigente de Voluntad Popular, por estar detenido y condenado por instigación pública a la violencia. En su diatriba, Macri volvió a tildar de “dictadura” al gobierno de Maduro.