Con el trasfondo de una persistente caída de imagen en las encuestas, el Gobierno concluyó ayer su tradicional “retiro espiritual” en Chapadmalal para trazar las líneas de gestión para este año, que arrancó difícil aunque el presidente Mauricio Macri buscó insuflar ánimos. “Pudimos reflexionar, compartir horas de trabajo con el equipo, repasar lo que hemos vivido estos dos años de Gobierno y concentrarnos en este 2018 que se presenta como un año bueno, en el que vamos a seguir creciendo, encarando transformaciones”, resumió en la conferencia de prensa que brindó junto al jefe de Gabinete, Marcos Peña, en la que volvió a defender al policía Luis Chocobar y habló sobre la nueva vinculación de funcionarios de Cambiemos con sociedad offshore (ver página 11).

Una muestra de la realidad del Gobierno es que originalmente el encuentro se haría en diciembre, pero debió postergarse debido a la resistencia social y la que encontró en el Congreso el proyecto de reforma previsional. En esos pocos días, Macri consumió los puntos de imagen positiva ganados con la elección legislativa de octubre. Los aumentos de tarifas, de combustibles y del precio del dólar redondearon el complicado panorama económico. El humor social se terminó de agriar con el hundimiento del submarino ARA San Juan y, especialmente, el escándalo que involucró al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, a su ex empleada doméstica y a los amigos que ubicó en la intervención al SOMU, que el macrismo exhibía como uno de los logros de su gestión. El Gobierno intentó revertir el traspié con el decreto “antinepotismo”, pero al final resultaron sólo 12 los funcionarios-familiares que dejaron sus cargos.  

En el encuentro en la Costa –donde Macri había pasado el fin de semana largo en plan de descanso–, el Presidente instó a sus funcionarios a mostrarse más activos y retomar la iniciativa. En los últimos días desde la Casa Rosada dejaron trascender el “malestar” de Macri con algunos de sus ministros que siente que no están lo suficientemente comprometidos con “el equipo” y no muestran una gestión destacable. Uno de los que empezó con el pie izquierdo fue el ministro de Agricultura, Luis Etchevehere, quien debió devolver los 500 mil pesos que le había pagado la Sociedad Rural cuando dejó de ser su titular.

“Este encuentro tiene como objetivo promover, revalidar el valor del equipo, de compartir. El conjunto es más importante que el individuo”, sostuvo ayer Macri junto a Peña, que habló más bien poco. “Vamos a volver a crecer por segundo año consecutivo, esto no pasaba hace casi una década”, celebró el Presidente, buscando exhibir alguna medalla de su administración. “Tenemos con qué, si seguimos trabajando como lo estamos haciendo”, agregó.

Uno de los temas calientes de estos días será la apertura de las negociaciones paritarias de algunos sindicatos claves, como los bancarios y los docentes, azuzadas por la movilización que Hugo Moyano prepara para el 21 de febrero junto a los gremios más combativos y las organizaciones sociales. “Las paritarias son libres, como lo han sido siempre. Cada sector tiene que discutir sobre sus posibilidades”, eludió ayer Macri cuando lo consultaron sobre las negociaciones salariales. Se sabe que el deseo del Gobierno es imponer un techo del 15 por ciento y sin cláusula gatillo para el promedio de los acuerdos. A los bancarios, incluso, les ofrecieron el 9 por ciento y ya iniciaron un plan de lucha. 

Otro punto por el que lo consultaron en la conferencia de prensa fue el del primer aumento que recibieron los jubilados con la nueva fórmula, menor que el que hubiera correspondido con el anterior cálculo. “Con la reforma previsional protegimos mejor a los jubilados frente a la inflación. A fin de año, los jubilados habrán cobrado más que la inflación que tengamos”, insistió con el argumento oficial que elude decir que con el anterior cálculo era mayor el beneficio para los jubilados.

En la jornada en Chapadmalal quedó claro que el tema económico es hoy el que más incomodidad le genera al gobierno de Cambiemos. Sus funcionarios eludieron cualquier definición ante la prensa mientras que Macri prefirió explayarse sobre otras cuestiones como su encendida defensa del policía Chocobar y la demonización que buscó hacer sobre el ex juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni.