Otra vez el mal tiempo impidió que un vuelo de Flybondi cumpliera con la ruta programada y aterrizara en el cuestionado aeropuerto de El Palomar esta mañana. Los pasajeros del vuelo FO 5001 partieron de Córdoba a las 6.18 con destino al flamante aeropuerto de la zona oeste, pero por la lluvia el avión fue desviado hacia el Aeroparque Jorge Newbery, donde aterrizó a las 7.40. Según el Ministerio de Transporte, el cambio de ruta se debió a problemas de "visibilidad". 

Las operaciones de Flybondi en el aeropuerto de El Palomar iniciaron el 9 de febrero pasado con los mismo problemas que se registraron esta mañana. En aquel día inaugural —a pesar de las denuncias de un grupo de vecinos—, el ministro de Tranporte, Guillermo Dietrich, vivió una aguada bienvenida en la base de zona oeste, cuando por "problemas climatológicos" el vuelo FB 5001 se desvió para aterrizar primero en Ezeiza y luego llegar con demora y sin pasajeros a El Palomar. Con la lluvia registrada esta mañana, distinta de la tormenta eléctrica de principio de febrero, el vuelo aterrizó en el aeroparque porteño y el argumento oficial fue problemas de "visibilidad". 

Tras el fallido aterrizaje inaugural, la Asociación de Personal Aeronáutico (APA) había denunciado que la base aérea transformada en aeropuerto comercial por un decreto presidencial de diciembre pasado fue inaugurada "sin ILS (sistema instrumental de aterrizaje), sin VASIS (indicadores visuales de aproximación), con una pista sin ranurar para drenaje por lluvia, con 1900 metros de distancia disponible de aterrizaje. No es una buena combinación".

El cambio en el cronograma sumó una nueva desprolijidad para la compañía de Richard Glusman, ex socio del vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, que se extendió durante todo el día, debido a las demoras y reprogramación de vuelos que produjo. Según informó Aeropuertos Argentina 2000, el vuelo llegó finalmente a las 10.20 sin pasajeros a El Palomar y desde allí partió nuevamente hacia Córdoba a las 11.05, cuando los pasajeros del vuelo FO 5002 lo esperaban desde las 9.20. 

El jueves pasado, la empresa gestionada por el CEO Julián Cook tuvo que reprogramar todos sus vuelos debido a la falla en una de las ruedas del único avión en funciones, antes de que el viernes incorporara una segunda nave. Fueron 625 los pasajeros los que sufrieron las demoras de los seis vuelos.

La semana anterior un vuelo que cubría la ruta Córdoba-Bariloche registró una demora de siete horas en su partida, mientras que los pasajeros que esperaban regresar por esa ruta hacia la provincia meditarránea tuvieron que esperar hasta el otro día debido a que la empresa decidió no viajar de noche. En ese misma ruta, el sábado 3 de febrero los usuarios que llegaron a la capital cordobesa desde Bariloche tuvieron que esperar varias horas por sus equipajes, que no fueron cargados en el avión y llegaron por tierra en micro.