La Fundación Carmelo Pittera fue tomando impulso hace cinco años, cuando sus fundadores, el propio Pittera y Enrique Edelstein, comenzaron a repensar el desarrollo de la motricidad en la infancia, tanto en forma general como aplicada a los deportes, mediante la influencia de un sistema innovador, el PSICOM. “Visité a Pittera en Italia, cuando él ya se encontraba retirado como técnico de voleibol. Me mostró que estaba trabajando en un espacio de militancia, de construcción, que era la combinación entre el cuerpo, la mente y el alma”, le explica Edelstein a PáginaI12. Con este sistema, las ideas trabajan el componente cognitivo junto con las capacidades físicas.
“El trabajo impacta tanto en el desarrollo de la actividad física, como en el rendimiento intelectual de quienes lo practican. Si bien nuestra tarea encuentra su encuadre de forma más significativa durante la infancia, se puede aplicar en diferentes edades, incluso se adapta hasta el trabajo con adultos mayores”, aclara Edelstein.
El ex comentarista de vóley en TyC Sports va más allá: “Lo que se aprende jugando no se aprende de otra forma. Apuntamos a lo cognitivo y la motricidad como una sola cosa. El que llegue antes a la pelota no es el más veloz, sino el que lee mejor la trayectoria de la misma. Hay una dicotomía entre el cuerpo y la mente, la postura por ejemplo”.
Desde la fundación analizaron que se intentó trabajar el desarrollo de la motricidad, de los niños y jóvenes de diversos modos, muchas veces guiados por la intuición.
El profesor Pittera profundizó el estudio del aprendizaje, proponiendo un método con propuestas pedagógico-didácticas aplicadas a la actividad física y el deporte, con una profunda mirada en la toma de decisiones, ampliando considerablemente la posibilidad del desarrollo cognitivo.
El método de aprendizaje “Psicom” propone una dirección metodológica, que aborda la construcción de una amplia base de capacidades cognitivo-motoras, presupuesto indispensable en la etapa de edad infantil y juvenil, aplicable en otras edades, pero que consigue su máximo nivel de desarrollo y optimización en esas etapas evolutivas.
“Me amargué mucho por las estrucutras educativas en el país. Esto es aplicable no sólo a niños y adultos, también es para gente de la tercera edad. Sirve para combatir el Alzheimer y el sedentarismo”, destaca Edelstein.
Los juegos y actividades ayudarán a los jóvenes a desenvolverse mejor en el ambiente en que viven, y les facilitará el aprendizaje de base de las disciplinas deportivas que practicarán en el futuro, o que ya están practicando. La focalización propuesta sobre el aprendizaje cognitivo, amplía la mirada mecánica de la actividad física, haciendo intervenir valores de conocimiento y concentración que serán clave a la hora de tomar decisiones en el juego, en el deporte y en la vida.
“Muchos de los sistemas –continúa Edelstein– vienen de Italia. La neurociencia también juega su papel.Y se harán presentaciones en Estados Unidos para que se conozca este proceso”.
El sistema Psicom fue desarrollado a partir de los años ‘70, cuando se intentaba reemplazar la Educación Física con la psicomotricidad, y con otros sistemas que asignaban competencias diversas al término “movimiento”. En esa época, Pittera entendió que el lenguaje simbólico y analógico, asociados a sistemas mnésicos, representaban la llave para transformaciones importantes en el mundo de la Educación Física.
La investigación científica, al mismo tiempo, comenzó a reconocer el movimiento como fundamento del desarrollo cognitivo desde cero a los 11 años de edad. El reencuentro con su amigo Edelstein facilitó una primera estructuración de algunas metodologías, recolectadas y publicadas en Argentina como “Sistema Sell mini voley”.
“En marzo próximo habrá capacitaciones, que serán brindadas por formadores. También habrá cursos universitarios para tecnicaturas. La idea es participar con alguna exposición en los Juegos de la Juventud 2018”, indicó Edelstein. Los Juegos se desarrollarán en octubre de este año en Buenos Aires, y allí también intentarán que esta metodología pueda ser conocida aún más por los más chicos.