El secretario general del oficialista Partido Democrático (PD), Matteo Renzi, descartó ayer un posible gobierno de coalición con el Movimiento Cinco Estrellas (M5E) luego de las elecciones del domingo, en la disputa entre ambas agrupaciones por convertirse en la más votada en los comicios. 

En tanto, las cuatro formaciones de la derecha, que unidas pueden alcanzar la mayoría parlamentaria según los sondeos, dieron un paso más de unidad al anunciar un cierre de campaña conjunto para este jueves.

“En lo que respecta a un gobierno con Cinco Estrellas: nosotros no haremos nunca un gobierno con los extremistas”, respondió tajante el ex premier italiano ante la posibilidad de un acuerdo con la fuerza fundada por el ex cómico Beppe Grillo. “La realidad se encarga de demostrar que las posiciones del Cinco Estrellas están profundamente lejanas de lo que Italia siempre ha conocido”, agregó Renzi al diario La Stampa.

El próximo domingo, Italia renovará las dos cámaras de su parlamento para iniciar la formación de un nuevo gobierno, y los sondeos previos marcan un panorama aún incierto. Según las últimas encuestas publicadas hace diez días, la coalición de cuatro partidos de centroderecha que integra entre otros el ex premier Silvio Berlusconi continúa como favorita, mientras que el M5E y la alianza de centroizquierda que integra el PD se disputan el segundo lugar, de acuerdo a las encuestas.

“Pienso que el PD será el partido más votado”; agregó ayer Renzi primer ministro entre febrero de 2014 y diciembre de 2016.  “Si hacemos alianzas con los extremistas sería algo que ninguno entendería en Europa”, agregó Renzi sobre la fuerza que postula como candidato al joven Luigi DI Maio, de apenas 31 años.

De todos modos, más allá de que el M5E y el PD se disputen ser el partido más votado, el escenario marca que la derecha es quien tiene mayores chances de alcanzar una mayoría del 40 por ciento de los votos que le permitiría formar un gobierno. Igualmente, el rechazo de Renzi a un pacto posterior a la votación con el M5E es compartido por Di Maio, que el domingo propuso que el resto de los partidos firmen “un contrato” de compromisos si su fuerza política llega al gobierno en Italia.

 “Leo escenarios que después no tengo tiempo de desmentir,” aseguró Di Maio consultado en canal 5 por un posible gobierno de coalición tras los comicios.  

En la derecha, en tanto, la discusión central pasa por quién será el candidato a primer ministro en caso de que el grupo que integran Fuerza Italia, la Liga Norte, Hermanos de Italia y Cuarto Polo se mantenga homogéneo después de los comicios.

Berlusconi y el secretario general de la Liga, Matteo Salvini, declararon públicamente que la fuerza que consiga más votos podrá elegir al candidato a premier. Con Berlusconi imposibilitado de ocupar cargos públicos hasta 2019, todo parece indicar que Il Cavaliere se inclinará por el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani. La Liga, en tanto, propondrá a Salvini como sucesor de Paolo Gentiloni al frente del Palacio Chiggi.

Luego de algunos cruces entre FI y la LN por la postura frente a Europa, los cuatro aliados de la centroderecha parecen haber limado asperezas y cuando, según los analistas, están a menos de 600.000 votos de obtener la mayoría, harán un acto conjunto de cierre de campaña.

 Luego de la votación del domingo, que renovará los 630 diputados y 315 senadores del país, los legisladores electos iniciarán el 23 de marzo las discusiones formales para la formación de un nuevo gobierno, para el que se necesita al menos el 40 por ciento de los apoyos.