La ley, que fue impulsada por el gobierno ultranacionalista de Polonia, prohíbe acusar de responsabilidad o complicidad al pueblo o al Estado polaco por los crímenes del Holocausto. La norma entró en vigencia el jueves pasado y el viernes presentó su denuncia contra Página/12 la Liga Polaca contra la Difamación. De concretarse, este intento de censura internacional podría amenazar la libertad de expresión en todo el mundo.
La nota cuestionada está firmada por el psiquiatra y psicoanalista argentino Federico Pavlovsky y se basa en la historia de Jedwabne, un pequeño pueblo polaco ocupado en ese entonces (1941) por los alemanes. El 10 de julio de ese año, “mil quinientas personas mataron o vieron matar a otras mil seiscientas, éstas últimas de origen judío, y en el exterminio no hubo ninguna distinción entre hombres, mujeres, niños y ancianos. Solo siete personas sobrevivieron al ser salvadas por una familia polaca (el matrimonio Wyrzykowski) que, justamente, por ese acto de solidaridad fue perseguida por años. La historia, tan escalofriante como atroz, fue negada por décadas hasta que el historiador polaco judío Jan T. Gross publicó en el año 2001 el libro, Vecinos: El exterminio de la comunidad judía de Jedwabne, una publicación que se convirtió en bestseller en Estados Unidos y Polonia, donde desató un debate nacional sin precedentes”.
Este diario no recibió ninguna comunicación judicial y solo se enteró de la información por la difusión que le dieron las agencias de noticias internacionales. En Jedwabne fueron asesinadas 1600 personas, sometidas previamente a torturas y al final quemadas. Sus propiedades quedaron a partir de entonces en manos de los ejecutores. Este diario ya se había ocupado del tema cuando se publicó Vecinos y el Gobierno polaco se vio obligado a pedir perdón por los crímenes. La filósofa y poeta argentina Laura Klein, con familiares asesinados en ese pueblo, participó de la ceremonia y relató su experiencia en una larga entrevista publicada por Página/12.
La ley que convierte en ilegal acusar a polacos de complicidad con el Holocausto pena con hasta tres años de cárcel el uso de la expresión "campos de exterminio polacos", pese a las críticas desatadas en Israel y las serias advertencias de Estados Unidos y otros países europeos. Israel rechazó esta nueva ley porque considera que puede difuminar la complicidad, directa o indirecta, de sectores de la sociedad polaca en los crímenes contra los judíos. Estados Unidos, por su parte, expresó su "decepción" por la aprobación de esta reforma que, según el secretario de Estado, Rex Tillerson, "afecta adversamente a la libertad de expresión y la investigación académica".
Según la mayoría de historiadores, unos seis millones de judíos fueron asesinados por el régimen nazi, parte de ellos en campos de exterminio situados en la Polonia ocupada.