Andrea Álvarez, Luis Balcarce, Lula Bertoldi, Walas y Corvata recuerdan anécdotas y debuts en ese mítico espacio porteño.
Su segunda visita pasó para septiembre, pero mientras tanto el lungo violero recuerda cómo la rompió en el Soccer Aid 2012.
“No hay figuritas difíciles”, juran en la franquicia de cromos. Sus expertos predicen los planteles meses antes del Mundial.
Fue patio chico de un imperio y cobijó un enorme gueto en el nazismo; hoy ofrece piletas a 40 grados y bares psicodélicos.
Breves, variables y de pegue instantáneo, las obras que integran esta propuesta se desarrollan en una sala de 15 metros cuadrados, durante 15 minutos y para 15 espectadores.