Dom 25.10.2009

DEPORTES  › UN REPASO POR LOS CLASICOS QUE QUEDARON GUARDADOS EN LA MEMORIA DE LOS HINCHAS

Diez partidos que hicieron historia

Goleadas, triunfos ajustados, empates agónicos, goles insólitos, goles brillantes y de los otros, hasta la renuncia de un entrenador desde un vestuario, el recuerdo de los encuentros más vibrantes de los últimos veinte años.

En los últimos veinte años, el superclásico entre River y Boca tuvo de todo, desde encuentros que quedaron marcados por la intrascendencia total y otros que estarán por siempre en el recuerdo de los hinchas. Goleadas, la renuncia de un entrenador y hasta goles insólitos e inesperados son algunos de los condimentos que marcaron los últimos 40 clásicos por torneos locales. Para empezar a palpitar el partido más esperado del año, aquí va el recuerdo de los diez más importantes.

Para revivir el más lejano de esta lista habría que remontarse al 30 de abril del ’94, cuando por el torneo Apertura River, de la mano de un joven Ariel Ortega, se impuso 2-0 y cortó una racha de ocho años de sequía en la Bombonera. Los autores de los goles fueron Ortega, que hizo estragos por la banda derecha, y un jovencito Hernán Crespo.

Esa no fue la única alegría del año para los millonarios, ya que el 11 de diciembre del mismo año, otra vez en la cancha de Boca, River lo bailó a gusto y, con Enzo Francescoli como estandarte, le propinó una paliza futbolística para terminar goleándolo por 3-0. Francescoli, de penal, Ortega, con un golazo desde afuera del área, y Gallardo, también desde los 12 pasos, marcaron los tantos que le permitieron al conjunto encaminarse hacia el título, algo que conseguirían tras la derrota de San Lorenzo, su inmediato perseguidor, ante Newell’s.

El 11 de julio del ’96, por el Clausura, Boca tuvo su desquite. Paseó a River por toda la cancha y lo goleó por 4-1, con goles de José Basualdo y Claudio Cani-ggia, que esa tarde hizo el triplete que le abrió las puertas de los corazones de los hinchas boquenses. Fue un festival de goles y toques, y también quedó en la historia por el piquito que Maradona y Cani-ggia se dieron para festejar el segundo tanto de esa jornada mágica. El descuento lo anotó Gabriel Amato, sólo para la estadística.

También River pudo golear el 10 de marzo de 2002, por el Clausura. De la mano del entrenador Ramón Díaz, el equipo millonario dio una exhibición de buen fútbol y se llevó la victoria con un cómodo 3-0. Esteban Cambiasso y Claudio Coudet abrieron y ampliaron el marcador y, sobre el final del encuentro, Ricardo Rojas, con una exquisita definición de emboquillada, terminó de sentenciar el pleito.

Más atrás en el tiempo, aparece el famoso nucazo del uruguayo Hugo Romeo Guerra. El partido en la Bombonera era parejo y el empate parecía ser justo por el desarrollo. Pero, en tiempo de descuento, llegó un centro desde la izquierda, un tiro libre ejecutado por Mauricio Pineda, y Guerra, de espalda y luego de ganarle la posición a Celso Ayala, conectó la pelota con la nuca para darle el triunfo a su equipo por 3-2. Fue un 29 de septiembre del ’96; los otros goles los marcaron Roberto Pompei y Gabriel Cedres, y para la visita descontaron el chileno Marcelo Salas y Juan Pablo Sorín.

River también tuvo su hazaña el 24 de marzo de 1997. En el Monumental, el equipo de Núñez perdía 3-0 y era superado claramente por su rival, pero sobre el final de la primera parte Berti descontó y encendió la esperanza en el conjunto local. En el segundo tiempo, con goles de Villalba y Celso Ayala, de cabeza y a los 87 minutos, River consiguió el empate que desató el delirio de su hinchada.

El goleador Martín Palermo también tiene su lugar en la historia, ya que un 25 de octubre del ’97 empezaba a enamorar a todos los hinchas de Boca. Bajo un diluvio total en el Monumental, el entonces platinado delantero le ganó a todos en el área chica y decretó el triunfo por 2-1 en la noche en la que Maradona jugó su último partido como profesional. Berti había abierto la cuenta, empató Julio César Toresani y Palermo cerró el marcador.

La década del ’90 se vio plasmada de buenos resultados de Boca en el Monumental, pero en el Apertura ’99 River se tomó revancha y con goles de Juan Pablo Angel y Pablo Aimar volvió al triunfo en su casa tras ocho años sin victorias.

A su vez, la victoria 2-0 de River en el Monumental por el Apertura ’04 produjo la inmediata renuncia de Miguel Angel Brindisi, desde el propio vestuario visitante, a su cargo. Boca, que no venía bien, se vio superado en los 90 minutos y los goles de Gastón Fernández y Nelson Cuevas significaron la gota que rebasó el vaso.

El cotejo del Clausura ’06 mostró algo más: una patada karateca de Kuproviesa a Montenegro y la actuación destacada de Guillermo Barros Schelotto, que entró en los últimos 15 minutos, volvió loca a la defensa visitante y consiguió que le hicieran el penal con el que Palermo marcó la igualdad por 1-1 en la Bombonera.

Informe: Matías Mazzocchi.

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