Sáb 01.07.2006

EL MUNDO  › LA FRANJA ESTA SIN AGUA, CLOACAS Y ELECTRICIDAD

Caen más bombas sobre Gaza

Sigue la crisis por el secuestro del soldado Gilad. Israel mantuvo el bombardeo de militantes palestinos, pero frenó una ofensiva terrestre para negociar. El primer ministro de la AP dice que la lucha continúa.

› Por Donald Macintyre *
Desde Gaza

El primer ministro palestino, Ismail Haniyeh, apareció ayer después de días de reclusión, diciendo que Hamas no intercambiaría a sus políticos arrestados por el soldado israelí de 19 años secuestrado hace seis días. “Cuando arrestaron a los ministros quisieron quitarle la voz al gobierno, pero nosotros decimos que esto no es posible, nuestra bandera no caerá”, dijo Haniyeh sobre los 63 funcionarios y parlamentarios encarcelados el jueves. En tanto, el grupo Brigadas Al Aqsa anunció que secuestró a un segundo soldado, pero el ejército israelí dijo desconocer su identidad. Además, la ONU advirtió que la destrucción de la central eléctrica por los ataques aéreos israelíes puso a Gaza al borde de una crisis humanitaria. Israel lo negó, al asegurar que ellos “saben perfectamente el estado de los almacenes palestinos”.

Haniyeh habló varias horas después de que un ataque aéreo israelí destruyera las oficinas del Ministerio del Interior en Gaza. Mientras las salvas de artillería continuaban ayer en el norte de la franja, otro misil atacó un vehículo que transportaba militantes en la ciudad. Los testigos dijeron que tres personas habían resultado heridas por el proyectil que explotó cerca del automóvil. La ofensiva por aire y tierra intentaba mantener la presión sobre el liderazgo palestino para asegurar la liberación del soldado Galid Shalit, después de que fuera demorada una avanzada por tierra hacia la ciudad de Beit Hanoun, en el norte, para darles más tiempo a las negociaciones diplomáticas.

La fuerza aérea impactó más de 30 blancos en Gaza en las pasadas 24 horas, golpeando caminos, puentes y la única central eléctrica de la Franja. El ejército también disparó cientos de proyectiles de artillería. El coordinador de emergencia de las Naciones Unidas, Jan England, declaró en Nueva York que sólo faltan tres días para que se produzca una grave crisis humanitaria, básicamente por el efecto de los cortes de energía en equipos esenciales para bombear agua y los sistemas cloacales.

En las primeras horas del jueves, Israel destruyó los seis transformadores de la única central eléctrica en Gaza que abastece a más de la mitad de los habitantes de la Franja. Mientras tanto, el vocero de la Cruz Roja Internacional (ICRC), Casper Landiot, anunció que la organización estaba negociando con Israel para enviar medicinas, ambulancias y paquetes de comida a Gaza, a pesar de que la Franja quedó aislada a comienzos de la semana. “También hay necesidad de combustible por el bombardeo a la central eléctrica”, añadió Landiot.

Anoche, el ejército israelí estaba investigando una declaración hecha por funcionarios de seguridad palestina, que sostuvieron que un soldado había sido herido en enfrentamientos en el sur de Gaza, donde las tropas tomaron el miércoles el abandonado el Aeropuerto Internacional de Gaza. Mientras miles de soldados estaban apostados a lo largo de la frontera de Israel con Gaza esperando la orden para realizar una invasión masiva hacia el área de la costa. El presidente egipcio Hosni Mubarak dijo que los militantes habían acordado la liberación condicional de Shalit, pero que Israel no había aceptado los términos del trato. Los funcionarios israelíes declararon que desconocían tal acuerdo. “El primer ministro está manejando toda la campaña mientras examina los balances, incluyendo la vía diplomática. Necesita ver el cuadro completo y esto significa que se justifica esperar medio día o un día. Hay que agotar todas las opciones”, indicó Tzahi Hanegbi, el presidente de Asuntos Exteriores y del Comité de Defensa del Knesset (Parlamento).

Por su parte, el primer ministro palestino Haniyeh declaró que estaba en contacto con líderes árabes, musulmanes y europeos para tratar de solucionar la crisis, pero que la escalada militar israelí complicaba las cosas. También acusó a Israel de usar el secuestro de Shalit como pretextopara lanzar una gran ofensiva dirigida a derrocar a su gobierno. “Esta guerra total es una prueba de un plan premeditado”, indicó.

Mohammed Nazal, un miembro del Consejo Directivo de Hamas en Damasco, declaró ayer a la agencia Associated Press que Israel no considera negociar la liberación de Shalit. En el ataque al Ministerio del Interior por la madrugada, la oficina del ministro Said Syam, una importante figura de Hamas, se incendió totalmente cuando el misil impactó en el cuarto piso. La oficina de la planta baja del guardaespaldas de Siyam también quedó destruida, mientras que el primer, segundo y tercer piso de los edificios –donde se imprimen los documentos de identidad y los pasaportes– no sufrieron ningún daño.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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