El economista Lucas Papademos sonaba desde la semana entre los candidatos a suceder a Giorgos Papandreu como primer ministro de Grecia. A partir del preanunciado nombramiento, surgido después de frenéticas negociaciones de última hora entre los principales líderes políticos, el economista abandonaría la calma vida académica, como docente de Harvard, para volver a sus orígenes de hombre del establishment. El ex vicedirector del Banco Central Europeo (BCE), de 64 años, es considerado el candidato con más chances de encabezar el nuevo gobierno provisional, hasta el 19 de febrero de 2012, cuando, se espera, se celebren elecciones generales.

Al nuevo gobierno provisional le toca el trabajo sucio de implementar un fuerte ajuste a cambio de que se aplique el plan de rescate de 130.000 millones de euros acordado por los acreedores internacionales el 26 de octubre, como forma de evitar el default. El nombramiento de Papademos fue acordado directamente entre Papandreu, un socialdemócrata que se vio forzado a aplicar un programa de ajuste de corte fondomonetarista, para sacar al país de la crisis, y el líder de los conservadores, Antonis Samaras. Algunos analistas esperan que la asunción de Papademos tranquilice a organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional, que hasta ahora sostenía que Atenas no debía recibir ni un euro hasta tanto no se aclarara su situación política.

Sin embargo, el horizonte político que el contexto local propone no es el mejor para el académico de Harvard, ya que Samaras se niega a garantizar por escrito su apoyo al cumplimiento de las condiciones del plan de rescate financiero a Grecia, tal y como ha pedido la Eurozona. “Existe también la dignidad nacional. No permito a nadie que ponga en duda que estoy comprometido con la aplicación (del acuerdo del 26 de octubre)”, aseguró ayer Samaras en un comunicado. El dirigente conservador indicó a su vez que ya había explicado de forma repetida que, para proteger la economía de Grecia y el euro, es inevitable la aplicación del pacto del 26 de octubre, que perdona un 50 por ciento de la deuda griega y concede un nuevo préstamo de 130.000 millones de euros, a cambio de duras medidas de ahorro.

Por su parte, el Eurogrupo exigió a los partidos que formarán el gobierno de unidad nacional en Grecia que garanticen, de manera inequívoca y por escrito, su compromiso con el segundo rescate al país, si quieren recibir más ayuda económica. “Damos la bienvenida a la intención de Grecia de formar un gobierno de unidad nacional, pero pedimos a todas las partes que asuman sus responsabilidades”, indicó el presidente del Eurogrupo y primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, al término de la reunión de los 17 titulares de Finanzas de la Eurozona.