Sin hacer ningún cambio al proyecto de Presupuesto 2009, el ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, prometió que el macrismo mostrará ahora “la apertura de un proceso de diálogo e intercambio de ideas para buscar el consenso necesario” que apruebe la Ley de Presupuesto. Hasta ahora el PRO tiene 25 votos y necesita 31 para aprobar el paquete de nuevos impuestos que impulsó. En la ronda de preguntas, el diputado de Diálogo por Buenos Aires Aníbal Ibarra le obligó a reconocer a Grindetti que –pese a la promesa de Mauricio Macri– el impuesto a las tarjetas de crédito sigue formando parte del Presupuesto 2009.

En su visita a la Legislatura, que cierra la ronda de ministros y funcionarios PRO que fueron a defender las cuentas del macrismo de este año y las del próximo, Grinde-tti insistió en la importancia que tienen las obras públicas en el Presupuesto. “Son una necesidad social, no un lujo”, argumentó el ministro de Hacienda, quien planteó que “prevemos destinar el 65 por ciento del presupuesto a la inversión en áreas sociales”.

A la hora de las preguntas, Ibarra le insistió sobre el impuesto a las tarjetas de crédito que Macri impulsó y luego anunció que daba de baja. El ex jefe de Gobierno mostró el proyecto corregido del macrismo, en el que todavía figura ese impuesto. “Hay una opinión pública del jefe de Gobierno y lo estamos analizando”, se limitó a decir Grindetti.

Ante otra pregunta de Ibarra, Grindetti admitió que se encuentran en estudio los incrementos de las alícuotas de los impuestos que mandaron junto al Presupuesto, pero advirtió que “en la situación de crisis en la que estamos vamos a tener que vivir con lo nuestro”. El ibarrista Gonzalo Ruanova le preguntó por qué no movieron las alícuotas de Ingresos Brutos para patentes de embarcaciones y para transportes de carga. Grindetti sostuvo que “lo van a analizar”. También quedó en responderle para qué se van a utilizar los 1100 millones que tienen pautados como obligaciones del tesoro.

“Queremos que el Presupuesto salga con el mayor consenso posible para que no sea el Presupuesto de este gobierno, sino de todos los porteños”, sostuvo Grindetti. El jefe del bloque K, Diego Kravetz, le advirtió que no veía “fácil la sanción de este Presupuesto con la presión impositiva que tiene y el fuerte endeudamiento”. “Está bueno que Macri piense en un Presupuesto B”, se mofó el jefe del bloque de la Coalición Cívica, Enrique Olivera, quien volvió a pedirle al macrismo que retire el actual proyecto y lo reelabore. “Celebro que estén dispuestos a elaborar un presupuesto adecuado al escenario de recesión y pérdida de empleo durante el 2009 que los economistas pronostican”, ironizó.