Los estudiantes de las escuelas bonaerenses ya no deberán esconder los celulares durante las clases. La Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires derogó la resolución que vedaba los dispositivos tecnológicos en las aulas. No obstante, dejó a criterio de cada establecimiento escolar si habilita o no su uso.
La resolución habilita “el uso de los distintos dispositivos tecnológicos, en el ámbito escolar, por parte de alumnos y los docentes, como recurso pedagógico didáctico, incorporando los dispositivos como parte de su planificación anual y enmarcados en el proyecto institucional”.
El ministro de Educación provincial , Alejandro Finocchiaro, remarcó que la resolución que prohibía el uso era de “cuando los celulares se utilizaban sólo para llamadas y eso era disruptivo en el aula”. Diez años atrás, la resolución 1728 prohibió el uso de celulares en el aula tanto a docentes como alumnos porque “descentra y desconcentra el proceso de enseñanza-aprendizaje, debiendo el acto educativo preservarse de ésta y de otras desvirtuaciones análogas”.
En ese sentido, el funcionario argumentó que “hoy los celulares permiten otras cosas y queremos darle la posibilidad a docentes y alumnos que utilicen cualquier dispositivo tecnológico siempre que esté incluido en el proyecto educativo institucional de cada escuela”, pero “no están obligados a hacerlo si no lo consideran conveniente” aclaró.
El funcionario advirtió que “el uso de los dispositivos tecnológicos es como el judo: hay que aprovechar su fuerza para que el alumno produzca conocimiento con la guía del docente que es un factor fundamental en la enseñanza”.
Según aseguraron desde la cartera educativa, si bien los cambios serán aplicados en forma gradual, la resolución que habilita el uso de dispositivos tecnológicos “forma parte de una serie de acciones que se desarrollarán hasta el 2018 y que tienen por objetivo cambiar el paradigma áulico tradicional”. Finocchiaro explicó que según una estadística que elaboró Unicef el “90 por ciento de los jóvenes tiene celular y un 51 está conectado todo el día, es decir incluso cuando está en clase”, tras lo cual el funcionario puntualizó que el celular “hoy está en la escuela pero de manera clandestina”.
El funcionario también dejó en claro que “sólo se permitirá para uso pedagógico y con el docente como ordenador o tutor de la actividad que realicen”. Al mismo tiempo, aseguró que “lo que pretendemos es introducir en las escuelas la lógica de la modernidad y los dispositivos tecnológicos son solo una herramienta. Hoy el escenario áulico es como el de hace cien años cuando no se puede enseñar ni como hace diez”.
Además, precisó que se trabaja para asistir a aquellos alumnos que no cuenten con un dispositivo, aunque aclaró que “hoy los jóvenes trabajan en forma colaborativa, en equipos”.
El ministro evaluó que “hoy tenemos una escuela del siglo XIX con docentes del siglo XX y alumnos del siglo XXI, donde hay un docente activo que emite conocimiento y un alumno pasivo que lo recibe. Tenemos que llevar todo al siglo XXI”. Y precisó que el plan para alcanzar las metas deseadas contempla la capacitación docente de forma permanente, la elaboración de una plataforma digital que se transforme en una comunidad educativa virtual y para fines de 2017 la conectividad de todas las aulas de las escuelas bonaerenses.