Luis Ziembrowski, bicho de teatro devenido en actor famoso después del éxito de Lalola, se leyó todos los libros para interpretar al extraviado personaje de El libro perdido. “Mi personaje tiene una sensación metafísica y es el nexo entre la realidad y el imaginario de esos textos –plantea el actor–. Poniendo el cuerpo, de alguna manera hay otro grado de lectura que acerca también lo audiovisual y revitaliza más las palabras del invitado, hablando sobre ese libro.” Los diálogos con el invitado no están guionados, son improvisados por el actor y el artista, cineasta, escritor o artista que corresponda en cada ocasión. “Me pongo en el lugar de escucha, pero todavía es un territorio a bucear para mí el encuentro porque sigo estando en la ficción y al mismo tiempo me están hablando de otra ficción.” Entusiasmado con el proyecto, dice que aunque ahora se estén abordando autores y textos más consagrados, “quizás en esta pesquisa podamos llegar a conocer otras orillas, otras generaciones de escritores que no son tan conocidas”.