Empezó el Mundial, jugó Argentina, las pantallas se llenaron de partidos, la programación de la tele se desquició y los periodistas, cubriendo desde Brasil la flora y la fauna del Mundial, se dedican a hacer glosas infinitas y sobreinterpretar lo que sucede en las canchas y en las calles. ¿Qué rol tienen las mujeres en toda esta cobertura mundialista? Como ya vimos en la nota de Las 12 del viernes pasado, Angela Lerena, una de las más sólidas a la hora de comentar fútbol en tv y apuntalar el espacio que la mujer va ganando en este terreno, se quedó sin su plaza (se alegó que en su puesto de cobertura del campo de juego bastaba con el aburrido y obvio Tití Fernández) y ahora ocupa una poltrona de

6-7-8, analizando el fútbol desde una perspectiva nacional y popular, objetiva, informada y sobria. Las que sí se tomaron un avión fueron Alina Moine, Luli Fernández y Gabriela Previtera, tres perfiles distintos de mujeres-modelos-periodistas-comentadoras. Alina Moine (de la que acaban de aparecer gigantografías en la calle en bombacha y corpiño con la leyenda de “embajadora argentina en Brasil”) trabaja para Fox y para la TV Pública, donde pasó de conducir Fútbol Permitido a estar al frente de un programa inexplicable llamado Mundo Leo, íntegramente dedicado a Messi, en el que presenta videos como si estuviera en MTV con su afectada voz. Luli Fernández, a diferencia de Alina, que sí entiende de fútbol, no hace nada por negar que es sólo una cara bonita que acompaña a Goycochea en la TV Pública todas las tardes cubriendo cómo se vive el Mundial en las calles, aportando datos guionados y sobre todo una perspectiva femenina soft. Fue a Brasil entusiasmada y con la valija llena de ropa, como se puede ver en su perfil de Facebook, en el que se dedica a mostrar qué se pone cada día y a compartir sus looks con sus miles de seguidores. Gabriela Previtera, la más contenida de las tres, es la única cronista que la TV Pública llevó entre dieciocho hombres (aunque Gabi no salió en la foto de prensa ni en el spot del equipo que va a cubrir). A fuerza de columnas deportivas rigurosas en los noticieros, consiguió hacerse un lugar desde abajo y, si algo se nota, es que el fútbol le apasiona. Desde acá confiamos en que si no es éste, el próximo será su Mundial.

Dos mujeres que también estuvieron haciendo su aporte son Dalma y Gianina Maradona en el living de TVR. Y aunque para muchos ellas sean siempre “nenas” o “las hijas del diez”, las dos demostraron estar muy plantadas y tener los pies en la tierra para separar un poco la paja del trigo entre tantos panelistas. Dalma y Gianina saben bien cómo es que la vida se trastrueca por una pelota, y sonríen tranquilas y animadas incluso cuando escuchan a un lloroso y sobreprotector Diego hablarles desde Brasil: “Papá está trabajando pero quisiera estar con ustedes”. Con la excusa de su visita, TVR fue uno de los pocos programas que trató el tema de “Las mujeres y el Mundial”, preguntándose en la misma placa del informe si el título era sexista. A medida que avanzaba, vimos un viejo tape con el dinosaurio de Cherquis Bialo queriendo sobrar a Viviana Semienchuk (una periodista prestigiosa que analiza el fútbol hace años en Fox), y a ella tapándole la boca; al desafortunado Puma Goity escuchando baboso a una periodista hablar de fútbol, a la que, después de felicitarla, le dijo, casi al borde del asombro, “y encima cocina”; a Fantino protestando porque otra vez tendrá que explicar qué es un offside (¿se creen que somos idiotas?) y a Sandra Russo preguntando con total ingenuidad si para ser gol la pelota debe o no tocar la red, entre otras perlas de la televisión.

Pero todo este despliegue de presencias femeninas parece minúsculo al lado de la cosificación y el sexismo reinante en la gran mayoría de los medios: en todos tuvo más espacio Vicky Xipolitakis “caliente” en el Maracaná sacándose fotos con hinchas argentinos sobreexcitados o las “diosas” semidesnudas que fueron la fija de los noteros en Brasil. Así las cosas.