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Jueves, 15 de enero de 2015

HOGVERA RECHAZA LA MISERIA COTIDIANA

Amargo mantra nocturno

 Por Julio Nusdeo

“Me gusta poder vociferar palabras como ‘corrosión, sabotaje, huelga salvaje, abismo, decadencia, destrucción, subvertir, puñal, combustión’. Pienso en eso como un mantra negativo, una continuación de eso que he escuchado en conversaciones nocturnas, libros, algunas canciones; un mantra que pertenece e impulsa a la clase de personas que rechazan la miseria cotidiana en la que se vive”, resuelve Andrés, cantante de Hogvera (léase “Hoguera”).

Su post-hardcore de vuelo psicodélico se cuenta desde principios de 2012, con la llegada a Buenos Aires del chileno Jaime Valderrama, guitarrista y cantante de los punks Marcel Duchamp. “Los conocíamos hace años por estar en la misma movida musical y política, en Chile”, cuenta el bajista Walter Zenker. “Jaime había venido a hacer un posgrado, vivía en la KSA Paternal con Andrés, el cantante, y enseguida dijimos: ‘Hagamos una banda con este crack’.” Fue Jaime quien les habló de su compatriota Pipa, baterista de Pirómanos del Ritmo, que también vivía y estudiaba acá. “Hubo química y los temas empezaron a salir”, resume Zenker.

En abril de 2013 editaron Hogvera: nueve canciones ágiles, crudas y con voces esputadas; hay zumbidos de guitarras, teclados, climas asfixiantes, diálogos de la película El séptimo sello, de Bergman, el cover de Supersordo, Canción desgraciada. Sacudida es un fragmento del libro recopilatorio del fanzine Enajenadxs y su frase final dice: “Subvertir la realidad nada tiene que ver con jugar torpemente a interpretarla”.

El trabajo de Zenker como técnico de grabación, multiinstrumentista y responsable del sello Prius lo llevó a tocar –antes y a la par de Hogvera– con Las Cosas, Nebularia, Países Bajos y los screamo Escupen Serpientes, a quienes también grabó en 2014. Jaime y Pipa dejaron su impronta, fundamental en el sonido de Hogvera, y volvieron a Chile una vez resueltos sus asuntos. Emi, amigo de Andrés y Walter de larga data, entró en reemplazo de Pipa: “Practicamos mucho en dúo con Walter, de ahí salieron versiones del primer disco y algunas otras que formaron parte del segundo”. Jaime llegó a grabar sus guitarras para Celebramos la corrosión (2014) y cedió su lugar a Niki, cantante y guitarrista de Escupen Serpientes, que había tocado como invitado.

En Hogvera hay influencias de Black Sabbath, Bad Brains, Zegota, Melvins, Minor Threat, Shellac, Fugazi y los sellos Dischord (Rites of Spring, Nation of Ulysses, The Make-Up) y SST (Hüsker Dü, Minutemen). “Puedo nombrar un montón”, dice Zenker. “Pero te influye más ver a pibes como vos haciendo música que te guste, como Cuco, Cuzcos, Ostende, Desidia, Marcel Duchamp, Escupen Serpientes o Arboles en Llamas, gran banda de Córdoba.”

¿Qué les gusta escuchar en lo que hacen?

Walter: –La experiencia misma de nuestras vivencias. Somos amigos, nos encontramos a hacer música y canalizamos lo que nos pasa.

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