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Jueves, 25 de febrero de 2016

FAT WHITE FAMILY SACó SONGS FOR OUR MOTHERS

Y (para) tu mamá también...

Lias Soudi habla del disco del combo inglés y sobre su flashada superbanda paralela, The Moonlandingz.

 Por Julio Nusdeo

Luego de que el primer simple de Songs For Our Mothers, el flamante segundo disco de Fat White Family, fuera proclamado por el grupo inglés como “una invitación, enviada por la miseria, para bailar al ritmo del odio humano”, aceptarlo fue inevitable. La canción, Whitest Boy On The Beach, nació como un chiste cuando el sexteto londinense paseaba su blancura de barrio trabajador por las playas de Barcelona. Y tomó otra dimensión en el videoclip, entre imágenes de acantilados, reses de cerdos colgadas y oscuros pasillos que simulan campos de concentración: una densidad expuesta a lo largo de Songs For Our Mothers.

El cantante Lias Soudi atiende al NO desde algún lugar en las afueras de Cambridge. “Terminamos de trabajar en el disco de The Moonlandingz, debería salir pronto. Hubo gente bien piola invitada: Yoko Ono, The Human League, Randy Jones, el cowboy de Village People. Estuvimos divirtiéndonos con eso”, cuenta. The Moonlandingz nació como banda ficticia y se volvió un supergrupo de pop psicodélico espiritista, formado luego de que Sean Lennon quedara impresionado al verlos en el festival SXSW. Sean unió fuerzas con Lias y su compañero, el guitarrista Saul Adamczewski, y con el dúo The Eccentronic Research Council. “The Moonlandingz es algo más burlón”, blanquea. “Era el verano pasado y acabábamos de terminar el disco de Fat White Family, y yo quería hacer algo divertido, ‘¡vayamos y hagamos electropop deforme!’.”

En sucesivas escuchas, el sucesor de Champagne Holocaust cementa algo que se siente asfixiante, violento y terrorífico; un juego entre voces melódicas etéreas, letras explícitas y guitarras trémulas. Temas como Tinfoil Deathstar, cuya creciente tensión sondea el escenario actual del consumo de heroína; o el modo en que la música relajada y amigable de Hits Hits Hits contrasta con su letra, que aborda la relación abusiva de Ike y Tina Turner.

“Escribí esa canción cuando estaba en el hospital recuperándome de una neumonía. Habla de las obligaciones con las que te encontrás cuando progresás haciendo música. El costado industrial del asunto y lo que hace que la gente se pierda. Si vale la pena o no, cuál es el precio, todo ese tipo de preguntas. Quería hacer cosquillas en esas cosas”. Es que Fat White Family se trata de las relaciones en un grupo: “Mientras escuchás otras canciones y leés otros libros, aparecen nuevas ideas que cambian la manera en la que sentís tu posición y la manera en la que querés seguir”.

Cuando se le comenta la opinión —a instancias del músico Tomás Nochteff— de que Fat White Family le afana a The Country Teasers, Lias se ríe. “Me encantan Ben Wallers y sus proyectos (TCT, The Rebel), su escritura, sus observaciones, la violencia. Después de que sacamos nuestro primer álbum, nos instalamos un tiempo en Berlín. Nunca pensamos que alguien estaría escuchándolo, pero alguien armó un show con Ben Wallers en Londres y fue un quiebre: ‘Wow, Wallers quiere hacer un show con nosotros’.”

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Imagen: anabella reggiani
 
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