Dom 07.04.2002
radar

MUSICA

Retrato de una dama

Marianne Faithfull se encerró en buena compañía a escribir las canciones de su flamante disco. Con esa voz que cruza a Marlene Dietrich con Tom Waits y una pequeña ayudita de Damon “Blur” Albarn, Jarvis “Pulp” Cocker, Billy “Smashing Pumpkins” Corgan, Dave “Eurythmics” Stewart y el camaleón Beck, Kissing Time amenaza convertirse en uno de los discos del año y demuestra que la dama en cuestión es mucho más que una nota al pie de los Swinging Sixties londinenses.

POR RODRIGO FRESAN, desde Barcelona
Hace poco vi a Marianne Faithfull. No en persona: en el cine, en una horrible película titulada Intimidad, dirigida por el francés Patrice Chéreau y basada en la breve y despiadada novela de Hanif Kureishi. Mucho sexo explícito, mucho angst existencial, especie de Ultimo tango en Londres sin ninguna gracia –sin Brando– y demasiados años después. MF cuenta que vio a Chéreau en un bar, se le acercó para decirle que ella era: a) Marianne Faithfull; b) fan de su film La reina Margot; y c) que tenía que estar en su próxima película. Chéreau, impresionado o aterrorizado, dijo sí, claro, y le escribió un papel “a medida”. Marianne Faithfull es, también, un perfecto exponente del Síndrome de Demasiados Años Después. Tal vez por eso está bien mal en esa película bien mala: con el look triste de una matrona cuya única felicidad son las patéticas clases de teatro vocacional de extramuros a las que se entrega como si se trataran de exploraciones, también un tanto patéticas, del Método del Actor’s Studio. En Intimidad, MF actúa de ese extraño pero eficaz modo en que lo hacen los malos actores seguros de ser muy buenos actores.

SOY TU MUJER
MF también canta mal. Muy. Pero, como Leonard Cohen –a quien tanto se desvive por parecerse en plan I’m your Woman–, tiene una “voz dorada” y terrible y, lo más importante, una leyenda para apuntalarla. Aunque, a diferencia de Cohen, MF no es una gran poeta (de ahí que buena parte de su carrera esté apoyada en el repertorio de Weill & Brecht, favoritos de las cantantes pésimas), pero tiene mística de sobra para tirar al techo. MF sale a cantar hoy para alumbrar su pasado de nota al pie frente a la que se inclinaron los hombres más dorados de los Swinging Sixties. Lo que canta MF es su vida y una cosa está clara: la dama vive bien (entendiendo por vivir bien el hacerlo con monstruosa e indeclinable intensidad). En el número de marzo de la revista Mojo, donde los héroes eligen a sus héroes, esa intensidad le valió a MF el dudoso honor de ser elegida como “inspiración y leyenda” por Courtney Love, nota al pie innecesaria, si alguna vez las hubo, y aspirante a reemplazo de MF cuando MF cierre su vida y obra.
La novela de la vida de MF –publicada como autobiografía en 1994– puede leerse como un folletín escrito por Jackie Collins y Joan Didion. Resumen de lo publicado: nacida el 29 de diciembre de 1946 en Londres / Nieta del creador de una “máquina para la frigidez” y descendiente de Leopold von Sacher-Masoch, inventor del masoquismo / Pupila expulsada en la escuela-convento de Saint Joseph en Reading / Chica rica con tristeza / Descubierta en una fiesta de aquellas por Andrew Loog Oldham, por entonces manager de los Stones, quien la define como “ángel con tetas grandes” y obliga a Jagger & Richards a que le compongan “As Tears Go By”, que entra al Top Ten en Inglaterra y al Top 30 en Estados Unidos / No le va tan bien con su siguiente single, una versión de “Blowin’ in the Wind” / En el ‘65 lanza “Come and Stay with me”, el más grande éxito de su carrera hasta hoy / Graba dos LPs, pero, ¿a quién le importan? Lo que importa es que se convierte en novia de Jagger (luego de haber pasado por todas las camas Stones, menos la del baterista Charlie Watts, que no la soporta) / En algún momento surge el mito –que la persigue hasta hoy– de la barra de chocolate Mars introducida en algún orificio de ella o de Mick / Entradas en comisarías por drogas blandas / Canta con los Beatles en el clip vía satélite de “All you Need is Love”, pero todo lo que necesita Marianne es otra cosa, maravillosa, que hace ver los colores (¿de qué color? De todos) / Maharishi / Empieza a actuar: teatro de Chejov, película con Alain Delon / Escribe el single maldito “Sister Morphine” con Jagger & Richards, pero la canción es dejada de lado por ellos / Cae en coma durante el rodaje de Ned Kelly en Australia: sobredosis de barbitúricos por culpa o en nombre de Jagger, que decide que va siendo hora de cambiar de chica / Hace deOfelia en una puesta de Hamlet, lo que va muy bien con sus innumerables intentos de suicidio / Malas compañías, drogas duras, muy duras, se mete de todo adentro y todos se meten adentro de ella / Cinco años perdida en el espacio / Kenneth Anger le regala una biografía de la actriz Frances “Electroshock” Farmer / Vuelve a grabar en 1977: no le va mal / Le empieza a ir mejor: figura de culto / Se casa con un miembro de la banda punk The Vibrators / En octubre de 1979 edita Broken English y, sin darse cuenta, inventa el torch-punk: canciones oscuras y desesperadas en un contexto autobiográfico-conceptual donde entra tanto la sexual “Why D’ya do it” (donde canta: “Cada vez que veo tu pija, veo su concha en mi cama”) como una lograda versión del “Working Class Hero” de Lennon / Se la nota un poco desesperada por convertirse en la Patti Smith británica, hasta que en 1987 lanza el brillante disco de covers Strange Weather / La deportan de Estados Unidos / Se recluye a escribir su vida y, de paso, ordenarla un poquito / Graba algunos discos que no rankean nada mal y es invitada por The Chieftains (a quienes les van quedando pocas personas para invitar) para que cante algo irlandés / En 1995 saca, junto a su anunciada autobiografía, el disco A Secret Life, colaboración con Angelo “Twin Peaks” Badalementi / En 1999 sale Vagabond Ways, especie de Broken English 2 con interesante versión del “Tower of Song” de Cohen, prueba escalofriante de cómo MF puede fagocitar una canción autobiográfica ajena hasta convertirla en propia / El disco vuelve a convertirla en femme-fatale y favorita de la crítica, que sin embargo declara que la diosa es insoportable para entrevistar y que se comporta como un mix caprichoso de Greta Garbo, Margaret Thatcher y Mariah Carey / 2002: edita disco nuevo, Kissin Time, y es declarada hip, cool, hot, cult, dark, etcétera.

UNA EVA Y MUCHOS ADANES
En la mencionada Mojo, donde Courtney le rinde pleitesía, se eligió Kissin Time como disco del mes. Puede ser: marzo es ese mes cruel que precede al abril todavía más cruel, en el que MF volvió a hacer de las suyas en una serie de conciertos en el prestigioso Barbican londinense, presentando –junto a una banda capitaneada por el guitarrista de culto Marc Ribot– sus nuevas diez canciones compuestas en buena compañía e interpretadas con esa voz suya cruza de Marlene Dietrich con Tom Waits y Serge Gainsbourg. El “concepto” de Kissin Time es el de Blancanieves y los Cinco Gigantes: MF se sentó a componer –o a reformar– canciones sobre el musical de su existencia junto a Damon “Blur” Albarn, Jarvis “Pulp” Cocker, Billy “Smashing Pumpkins” Corgan, Dave “Eurythmics” Stewart, el rey del french-electronic Etienne Daho y el camaleón americano Beck. “Yo soy una musa; no una amante y menos una puta”, dijo alguna vez MF y lo cierto es que el resultado de Kissin Time no la contradice. Todos cumplen su cometido. Y lo hacen bien: honran a la vez que investigan y desmitifican mitificando. Electro-pop, pianos prostibularios, funk estilo Prince de los ochenta, folk apalache y etiqueta en tapa donde se lee Explicit Lyrics. Corgan le presta a MF un poco de su catarsis constante en “Like Being Born”, Beck imita la atmósfera casi isabelina de “As Tears Go By” y Stewart aporta en su “Song for Nico” un sentido homenaje a las chicas de Carnaby Street y el Chelsea Hotel que jugaron con fuego, primero levantaron ampollas y después se quemaron. Pero los mejores momentos son “Kissin Time” (con Albarn) y “Sliding Through Life on a Charm” (con Cocker, quien la ayudó a terminar esta canción que llevaba veinte años escribiendo). Con su credo existencialista-decadente, estos dos entienden como pocos las posibilidades cancioneras de la saga de MF y la consagran como vestal promiscua, en un acabado retrato por momentos irritante en su autoindulgencia, por momentos revelador en su vulnerabilidad, y por momentos deslumbrante en el modo en que canta las cuarenta y los sesenta esta mujer capaz de decir de sí misma “soy la Bestia Fabulosa a quien se ve de tanto en tanto corriendo por el bosque y huyendo de sus asesinos”.Nada más terriblemente fascinante –en el mejor y en el peor sentido– que alguien tan segura de su propia gloria, gloria, aleluya. Y nada es casual: Faithfull, en inglés, significa “llena de fe”.

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