La primera experiencia de "Vitamina" Sánchez fuera del país en calidad de entrenador fue en Oriente Petrolero de Bolivia. "Dejé de dirigir en Oriente después de estar al frente en el campeonato Apertura y Clausura y renuncié porque en realidad sentía que no había cumplido el objetivo que nos habíamos planteado con los dirigentes que era clasificar a la copa", admitió el ex futbolista, quién hizo una radiografía del fútbol boliviano. "Es diferente la idiosincrasia. No es tan profesional, sin embargo a mí me tocó un grupo bárbaro de trabajo que se sintió cómodo con mi metodología. En Bolivia es todo muy primitivo y si perdían a los jugadores los castigaban haciéndolos correr como chicos. Si uno pierde, hay que trabajar sobre esos puntos para que cuando vuelvas a perder no cometas los mismos errores y esa idea fue bien recibida por los jugadores", expresó Sánchez.

"Vitamina", además, jugó varios años en el Feyenoord de Holanda y en esos momentos pensó en quedarse a vivir en tierras europeas. "Lo pensé porque vivía bárbaro. Se te generan dudas porque uno tiene la esquina, los amigos, el asado, el mate y la familia pero tenés que ver si las posibilidades económicas te permiten volver y una vez que tenes hijos ya empezas a pensar no por vos sino por los chicos. Cuando yo no había ido a Europa y me hablaban del primer mundo no entendía. Generalmente el argentino es muy orgulloso de su lugar pero cuando te vas te das cuenta lo que es el primer mundo. Son pequeños detalles: no tirar el cigarrillo por la ventanilla del auto, sacar la basura a la hora que corresponde, poner la luz de giro en todo momento, dejar pasar a las bicicletas, y a su vez ellas permitirle el paso a los peatones. Buscar escalafones que te permitan ser mucho más ordenado en la vida", sostuvo Sánchez, quién continúo explicando sus vivencias. "En Holanda tenes un gobierno que te saca mucho dinero pero a la gente no le duele porque es su cultura. A gran escala, allá alguien gana 1 millón de dólares y le tiene que dar 610 mil dólares al gobierno. Ellos saben que es así y lo entienden. Cuando un jugador firma un contrato sabe que de ese millón le van a quedar 390 mil dólares. Lo otro es del Estado, para que el Estado te de autopistas por todo el país de tres carriles, iluminadas de noche, que no haya peaje, que los hospitales sean ciudades y que los médicos te atiendan de primera. Eso es el primer mundo y yo lo conocí en mi paso por Holanda", manifestó "Vitamina".

No sólo del fútbol vive el hombre y Pablo Sánchez encuentra el placer también en otras actividades que están alejadas de la vida deportiva. "Me gustaría estudiar el Profesorado de Historia. Es algo que me encanta y que me interesa para poder cerrar ciertas dudas. La Historia es algo me gusta mucho. No sé si serviré para enseñar pero sería algo que me agradaría bastante".