Vie 04.02.2011
soy

LUX VA A FESTIVAL AJI (USHUAIA Y RIO GRANDE, TIERRA DEL FUEGO)

El sur también sexyste

Nuestrx cronista voló hacia el sur motivadx por el fervor militante y los calores de la ciudad. Convertidx en condimento autóctono del Festival Ají, no se liberó de los calores, pero se liberó.

La consigna del nuevo Festival Ají, “Ellas hablan en los barrios / Entrega de tierras ya!”, no es casual, Lux no me lo niegues: amplía la noción de activismo y amerita que te levantes de esa cama, te cubras eso con algo y volemos ya mismo a Ushuaia. La que hablaba y seguirá hablando hasta que dejen esta nota, o esta nota los deje a ustedes, es Marlene Wayar y en ese momento pensé que lo hacía desde un sueño recurrente que tengo desde que vi Thelma y Louise por quinta vez: lxs dos vamos por la carretera y luego de mucho dudar, Brad Pitt se queda conmigo. Marlene se mata o intenta matarme o matar a Brad pero él tiene un boxer de acero que lo protege de todo menos de mis dientes. Pero esta vez no soy un sueño, tengo un sueño, dijo Marlene poniendo mis trapitos en su valija: “El Festival Ají, en su segunda edición se sale del guetto auto-adscripto por el activismo GLTTTBI. En el primero los ejes habían sido “disidencia sexual y clase”. “Esos dos ejes no estaban tan mal”, dije para no quedar aquí como unx que no entiende nada. Ella siguió como si ídem. “Es que esta vez el encuentro no sucede en el marco acotado de la ciudad sino que invita a los diversos activistas a recorrerla.” Y mientras esto decía me doblaba en cuatro y me despachaba adento de su equipaje. Y bueno, las viejas tretas de ahorro cuando se maman desde muy chicx, no se van nunca. Desde el fondo de la valija alcancé a protestar: ”Me niego a ir a un lugar donde se habla de feminidades y por lo tanto se obstruye la mirada, la presencia, la voz y la carne de la parte masculina que todxs quisiéramos llevar adentro”. Marlene me respondió mientras la azafata se preguntaba a quién le habla esta loca: Queridx, el Festival abre espacios de diálogo desde la mirada femenina en todxs, sin que por ello se suprima ni menos aún se prohíba la participación masculina. Quedate tranquilx.

Cuando salí de la valija, Leandro y Agustina de Ají nos llevaron directo a La Bolsita donde las actividades ya estaban en marcha. Fernanda Rivera Luque es la autora de esas fotos donde las niñas de los asentamientos de Bahía nos miran desde las ventanas. Dos tipos de ojos: ojos infantes y los ojos de las casillas mirando a la ciudad que no registra esas miradas. Aun ignorados los rostros sonríen. Y yo también. Una mano que se hace amiga de mis pensamientos más bajos me guía hacia otros cuadros no menos bellos, no menos tristes. Eliazar, que proviene de otra isla, República Dominicana, retrata una pobreza parecida y a la vez propia. La mano que sigue haciéndose amiga parece querer evitar el dolor que me causa ver mi propio sufrimiento. Yo mismx de pronto me encuentro paradx sobre un banquito gritando a los cuatro vientos: “ el artista ve a su isla como paradigma de la prostitución de los estados de la región (al menos hasta la nueva dirección emprendida por Lula, Chávez, el kirchnerismo, Morales, Lugo y Correa). Estados vacíos donde los pueblos son trabajadorxs explotadxs que entregan su culo para el proxenetismo de las multinacionales que usufructúan recursos naturales e industriales, sociales y culturales. Y entonces allí mismo, entre las fotos de una prostitución obligada desde la cuna y por la misma cuna, entendemos por qué esta consigna une el reclamo travesti con el reclamo de tierras. En Ushuaia, todo es para el turismo y si querés comer frutos del mar, pagás a precio internacional”.

La mano amiga dejó lo que estaba haciendo para aplaudirme, Susy Shock tocó sus tambores para ponerle sutileza a la verdad y Marlene me dijo que el año que viene volveremos y seremos millones.

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