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El país|Domingo, 5 de junio de 2016
MAURICIO MACRI SE RECUPERA DEL CUADRO DE ARRITMIA

“Un ritmo cardíaco normal”

El Presidente fue revisado ayer en Olivos por el director de la unidad médica presidencial, el cardiólogo Simón Salzberg, quien dio cuenta de su buena evolución. Le aconsejaron reposo durante el fin de semana y retomar mañana su agenda.

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Tras su cuadro de arritmia, Macri priorizó el descanso aunque recibió a Ernesto Sanz y Emilio Monzó.

El presidente Mauricio Macri retomó ayer el descanso habitual en su quinta Los Abrojos luego de sobreponerse a un cuadro de arritmia cardíaca por el que estuvo internado varias horas el viernes en la Clínica Olivos. A partir de chequeos médicos que constataron que su corazón late con normalidad, mañana retomaría su actividad oficial. Dirigentes políticos le desearon desde las redes sociales una pronta recuperación. El líder de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, dio la nota al advertir que “la mala sangre” que considera el origen de la arritmia no se la producen los sindicalistas sino “ministros que tiene alrededor que se equivocan en los porcentajes que le ponen a los servicios públicos”.

El jefe de Estado fue revisado ayer por la mañana en la quinta de Olivos por el director de la unidad médica presidencial, el cardiólogo Simón Salzberg, quien indicó que tiene “un ritmo cardíaco normal” y que lo vio “muy bien”. El médico que encabeza la Unidad Coronaria del Hospital Fernández aseguró a la prensa que el corazón de Macri “está latiendo en forma normal, como late en todos nosotros”. “El Presidente pasó bien la noche y ya no presenta arritmia”, informó, y adelantó que durante la semana posiblemente lo convoque para nuevas revisaciones. Agregó que le aconsejó reposo para “evitar reuniones estresantes” aunque “las reuniones sociales las puede hacer”, e incluso admitió que “si quiere puede hacer deportes”.

También durante la mañana, Macri recibió en Olivos al ex senador radical Ernesto Sanz –quien dijo que lo vio “bárbaro”– y al presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, quien apuntó que lo encontró “muy bien” y que habían analizado “temas de agenda que estaban previstos”. Desde Presidencia confirmaron a la tarde que Macri pasaría el fin de semana en familia en su quinta de Malvinas Argentinas “para retornar el lunes a la actividad con su agenda programada”.

El vocero presidencial Iván Pavlosky aseguró que Macri “es una persona que pone el cuerpo desde las ocho de la mañana al final del día y está encima de todos los problemas”, y resaltó que la arritmia del viernes “estaba controlada” desde esa misma noche. Pavlosky explicó también que los médicos de la unidad presidencial le aseguraron a Macri que “desde el lunes puede llevar una vida completamente normal”. Admitió que los profesionales le aconsejaron “reposo” el fin de semana y que recién mañana “vuelva a su agenda normal de trabajo”. Ante una pregunta sobre la intensidad de la actividad de Macri, el vocero enfatizó que “está sujeto a presiones como todos” y se preocupó en destacar que “es el primer episodio” de estas características que experimenta desde que asumió en Casa Rosada.

Dirigentes de la oposición le desearon una pronta recuperación a Macri. “Mi deseo de pronto restablecimiento y fuerzas para seguir adelante al Presidente @mauriciomacri”, publicó el diputado y líder del Frente Renovador, Sergio Massa. El legislador porteño y presidente del Partido Socialista, Roy Cortina, expresó: “Espero que el Presidente @mauriciomacri se recupere prontamente de su problema de salud y expreso mi solidaridad a su familia”. José “Pepe” Scioli, presidente de la fundación Desarrollo Argentino, le deseó una “pronta recuperación para retomar sus actividades normalmente”. También lo saludaron el senador y presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, quien se sumó al uso del hashtag #FuerzaPresidente.

Por otro lado, Moyano manifestó que “fue preocupante” el estado por el que pasó el jefe de Estado y consideró que “fue un problema que seguramente tienen los hombres que tienen esa presión permanente de tener tantas cosas que resolver”.

El líder de la CGT Azopardo dijo que “la mala sangre no se la hacemos nosotros”, por el sindicalismo, sino “algunos ministros que tiene alrededor que se equivocan en los porcentajes que le ponen a los servicios públicos”, en referencia al jefe de Energía, Juan José Aranguren.

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