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El país|Jueves, 25 de noviembre de 2004

“Estoy orgulloso, gracias a D’Elía aquella noche no hubo masacre”

Así dijo el piquetero de sí mismo sobre el ingreso a la comisaría 24ª, por la cual Urso le pedirá el desafuero, como el de Quantín.

Por Adriana Meyer
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Luis D’Elía negó ayer que su ingreso a la 24ª haya sido una toma.
Mientras el juez federal Jorge Urso terminaba de redactar su pedido de desafuero, el diputado bonaerense y líder piquetero Luis D’Elía manifestaba por radio que no se arrepiente de haber participado de los incidentes ocurridos en la comisaría 24ª. En diálogo con Página/12, aclaró que se siente “orgulloso de haber acompañado la protesta exigiendo que se detuviera al asesino de Martín (Cisneros)” y negó que hubiera habido una “toma” de la seccional. En las próximas horas, Urso le pondrá la firma no sólo a la solicitud de desafuero de D’Elía, sino también de los fiscales y ex funcionarios Norberto Quantín y José María Campagnoli. Todos ellos están imputados en la causa.
El líder de la Federación Tierra y Vivienda (FTV) está acusado de delitos como coacción y daños agravados y privación ilegal de la libertad, por lo cual la fuente judicial consultada por Página/12 adelantó que debería concurrir a indagatoria ya privado de su libertad. Sin embargo, D’Elía explicó a este diario que “ya hay testimonios en la causa, incluso de policías, que demuestran que es mentira que la embarazada vino a averiguar por el hijo, porque el hijo estaba detenido, y que no es cierto que no la dejaron salir”. Y agregó que “acá hay una operación, y no hay Justicia independiente si no estaríamos afuera de todo porque no hay pruebas”.
El líder piquetero había dicho a Radio La Red: “No me quiero justificar. Estoy or-gu-llo-so, lo subrayo con colorado. Esa noche estuve en la comisaría de La Boca y gracias a Luis D’Elía no hubo una masacre”. A continuación relató que “con (José) Campagnoli y (Norberto) Quantín tratamos de parar, de bajar los decibeles, de reencauzar el conflicto” generado entre piqueteros y policías por el asesinato del dirigente de la FTV Martín “Oso” Cisneros. “Puedo mirar tranquilo a mis hijos, el padre no va a ir preso ni por chorro ni por coimero”, completó D’Elía. En diálogo con Página/12 insistió: “Me siento orgulloso de haber defendido a mis compañeros. Reaccionó la comunidad, enojada, y exigía que vayan a detener a (Juan) Duarte a tres cuadras del lugar, y (el comisario Cayetano) Greco se negaba a ir porque trabajaba para Duarte”.
El fiscal de Cámara y ex secretario de Seguridad Norberto Quantín está imputado, junto a su ex segundo en el cargo y actual fiscal de La Boca José María Campagnoli, de haber desobedecido a una jueza de instrucción que habría ordenado desalojar la comisaría y detener a los piqueteros. “Cumplimos el deber de que no hubiera muertos, como hubiera ocurrido si se daba una orden de desalojar ‘a sangre y fuego’. Y desalojamos igual el lugar”, relató Quantín a este diario. Sin embargo, describió que “los cabecillas estaban con las armas de la comisaría y muy violentos, y si se entraba por la fuerza hubiera habido víctimas”.
Por su parte, Campagnoli interpuso dos acciones de hábeas corpus por temor a quedar preso por orden de Urso, pero los recursos fueron rechazados por el juez de instrucción Ricardo Warley. El juez federal no concurrió a la audiencia de ayer, en la que tenía que explicar por qué quiere detener a Campagnoli, y ahora será la Cámara del Crimen la que defina la cuestión.

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