Desde Mar del Plata
鈥溌u茅 bodrio!鈥, exclam贸 un se帽or en medio de la proyecci贸n, seguramente esperando sumar espectadores a la minisublevaci贸n. 鈥溌縉o pod铆an haber elegido algo mejor para un festival de cine?鈥 El episodio tuvo lugar durante la funci贸n de apertura del 25潞 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, mientras se proyectaba Somewhere, la pel铆cula de Sofia Coppola, que viene de ganar el Le贸n de Oro en la 煤ltima edici贸n de Venecia. Por lo visto, al resto de los espectadores tan mala no le pareci贸, ya que nadie m谩s se quej贸. S铆 hubo aplausos, pero no tanto al final de la proyecci贸n como al comienzo. Es que al proyectorista del Teatro Auditorium le llev贸 unos segundos hacer foco, y cuando lo hizo vinieron los aplausos. Enseguida, las risas: sucede que Somewhere est谩 producida por... Focus Films. M谩s all谩 de exclamaciones, risas y aplausos, lo que s铆 es cierto es que la nueva pel铆cula de la hija de Francis se parece tanto a Perdidos en Tokio que casi podr铆a pens谩rsela como una autoremake. 驴O un autoplagio? No faltar谩 ocasi贸n de discutirlo m谩s en detalle de ac谩 a un par de meses, cuando la pel铆cula se estrene en Argentina.
Tras la proyecci贸n de Somewhere dieron inicio las tres competencias oficiales del festival. La Competencia Internacional arranc贸 con el film de animaci贸n L鈥檌llusioniste, opus 2 de Sylvain Chomet (realizador de Las trillizas de Belleville) y la primera de las tres argentinas a concurso, la comedia negra de ciencia ficci贸n Fase 7, del debutante Nicol谩s Goldbart. La Competencia Latinoamericana se abri贸, a su turno, con La vieja de atr谩s, tambi茅n llena de negrura, pero en un plan m谩s realista y cotidiano, mientras que la primera concursante de la Competencia Argentina result贸 el documental Un rey para la Patagonia, que vuelve sobre la historia del estramb贸tico Oreille Antoine de Tounens, aquel cuya aventura sure帽a recre贸 Carlos Sor铆n en La pel铆cula del rey. Si la sombra de Jacques Tati planeaba sobre Las trillizas de Belleville, en L鈥檌lussioniste se vuelve expl铆cita, literal. La nueva pel铆cula de Sylvain Chomet no s贸lo se basa en un gui贸n que el realizador de Mi t铆o jam谩s lleg贸 a filmar, sino que para completar el homenaje Chomet directamente convierte a Tati en protagonista. Identificado como Tattischeff (verdadero apellido del c贸mico), 茅l es el ilusionista del t铆tulo, un se帽or tan alto que para entrar a una habitaci贸n se tiene que agachar, adem谩s de calzar 46 o 47 y llevar unos sacos de mangas tan cortas como las de Monsieur Hulot. La historia transcurre en 1959, a帽o del estreno de Mi t铆o. Motivo por el cual el hombre en alg煤n momento se mete en un cine y se encuentra con que en la pantalla hay un tipo igual a 茅l. Duplicaci贸n del doble: un doble de Tati, llamado Tattischeff, se encuentra con otro doble, llamado Hulot.
La historia de L鈥檌llusioniste puede verse, de hecho, como par谩frasis de Mi t铆o, con su historia de amistad entre ese ni帽o crecido que siempre fue Hulot (Tattischeff, para el caso) y, en este caso, una ni帽a, humilde chica de la limpieza de un hostal escoc茅s, que encandilada por el arte de magia del otro lo sigue en sus giras. Due帽a de un culto por el detalle realista tan meticuloso como el de Las trillizas de Belleville, llena de esa clase de gags que, en la l铆nea de Tati, a veces parecen m谩s comentarios o sugerencias c贸micas que estrictamente gags, tiznada de un lirismo nunca recargado, L鈥檌llusioniste es tambi茅n 鈥揷on su profusi贸n de entretenedores, ventr铆locuos y artistas de variet茅鈥 un homenaje a un arte que ya por entonces tend铆a a desaparecer: el music-hall. De all铆 que la pel铆cula de Chomet se ponga cada vez m谩s melanc贸lica, hasta terminar en una clave resueltamente eleg铆aca.
Si el detallismo con que Chomet reconstruye escenarios reales del pasado puede hacer pensar en su arte como 鈥渄ocumentalismo animado de 茅poca鈥, lo que Nicol谩s Goldbart practica en Fase 7 bien podr铆a calificarse de 鈥渃omedia negra argentina de ciencia ficci贸n鈥. Montajista de Los paranoicos (entre muchas otras, incluyendo todas las de Pablo Trapero), Goldbart re煤ne a la pareja protag贸nica de esa pel铆cula, en una Buenos Aires del presente y en una circunstancia que es como la exacerbaci贸n de la epidemia de gripe A. El r谩pido contagio de un virus hace que las autoridades sanitarias a铆slen un edificio de lujo por tiempo indeterminado, desat谩ndose entre los vecinos una paranoia imparable primero, una guerra sangrienta despu茅s.
El tono y la circunstancia de Fase 7 recuerdan a los de La comunidad, de Alex de la Iglesia: esto es todos contra todos, dejando de lado toda m谩scara civilizada. Un detalle interesante es que la epidemia funciona apenas como catalizador de un estado de entrop铆a previo: la relaci贸n entre los personajes de Daniel Hendler y Jazm铆n Stuart (embarazada de siete meses) es, desde la primera escena, una verdadera bolsa de mierda. El se comporta como un imb茅cil, ella vive record谩ndoselo: en pocas pel铆culas se habr谩 o铆do con m谩s insistencia la palabra 鈥減elotudo鈥, dicha en el m谩s agresivo de los tonos. De all铆 su car谩cter intransferiblemente argentino. Y no s贸lo en el departamento de los protagonistas, por cierto: entre sus vecinos se cuentan un coleccionista de armas de guerra y un veterano habituado a usarlas. Con una revelaci贸n (Yayo, 鈥渃贸mico鈥 de Tinelli) y Federico Luppi a cargo de un secundario feroz, la pel铆cula escrita y dirigida por Goldbart pasa del humor 谩cido a la crueldad y de all铆 al goce m谩s desaforado. Magn铆fica en todos sus rubros t茅cnicos (la fotograf铆a de Lucio Bonelli, la m煤sica de Guillermo Guareschi, el montaje del propio Goldbart), la recepci贸n que se le dio aqu铆 en su presentaci贸n oficial hace pensar en un posible fen贸meno de culto para el momento de su estreno a escala nacional.
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