鈥淪entid el tronar difuso de la plebe, que avanza y amenaza la escena... Quien quiera saber de qu茅 se trata, que meta los pies en el barro y que asuma la violencia y la incertidumbre.鈥
El punto de partida para la realizaci贸n de este espect谩culo fue el libro 隆Viva el bajo pueblo!, de Gabriel Di Meglio, cuenta Andr茅s Mangone, director y actor: 鈥淓n este libro, el historiador 鈥搎ue termin贸 siendo nuestro consultor hist贸rico鈥 plantea el rol que desempe帽aron los sectores sociales que se encontraban por fuera de la elite 鈥搇a plebe鈥, en la Revoluci贸n de Mayo. En general, se muestra a esta clase subordinada a la elite y sin relevancia en la vida p煤blica. Justamente, Di Meglio pone el acento en la plebe como una manera de entender procesos hist贸ricos en que 鈥榣os olvidados鈥 han tenido un lugar sumamente importante para la pol铆tica argentina.鈥 Pero, m谩s que el tema en s铆 mismo, a este nutrido grupo de diecisiete actores les interes贸 trabajar sobre el tema del Bicentenario como una suerte de tribuna desde la cual intervenir. Un plano que los hac铆a sentir particulares: 鈥淯na posibilidad de conectar con el mundo y abrir canales de circulaci贸n de lo po茅tico, ya que la expresi贸n teatral es su tema 铆ntimo鈥. Mangone asevera que 茅sta es la historia no oficial porque es la historia del grito sagrado, que es siempre la expresi贸n liberada. 鈥淯na revoluci贸n, el hartazgo, la indignaci贸n son todos sentimientos que dan combustible a la transformaci贸n, a la violentaci贸n del orden, igual que la poes铆a.鈥
El espect谩culo no s贸lo pone el acento en el lugar de los plebeyos sino en el papel crucial que ocuparon las mujeres de todas las clases sociales. Mangone agrega: 鈥淪on la mayor铆a. Como la obra est谩 construida a partir de la asociaci贸n libre en trabajos de improvisaciones que generaron el territorio para la posterior dramaturgia, tenemos entonces 鈥榓sociaci贸n libre鈥 mayormente de mujeres. Es decir, son las que m谩s propiciaron expresiones de todo tipo para la construcci贸n del entramado de la obra. Por otra parte, siempre estuvo presente la cuesti贸n de qu茅 pasaba con las mujeres en esos tiempos, sus condiciones de vida, sus costumbres, sus trabajos, su soledad cuando los hombres part铆an a las batallas, etc. De alg煤n modo, estos intereses est谩n presentes en la conformaci贸n final de la obra鈥.
Son varios los dramas femeninos que se suceden. La esposa del virrey, una mujer joven acomodada pero muy aburrida, est谩 dispuesta a cambiar sus bienes materiales por una vida m谩s intensa. A Manuela Pedraza se la ve matando a un ingl茅s: 鈥... se me conden贸 por mi valent铆a, por ser mujer鈥. 鈥... Voy a empezar a disfrazarme de hombre, voy a ser un hombre de ahora en m谩s...鈥 A Mariquita S谩nchez, intelectual y aristocr谩tica, enamorada de Thompson 鈥搖n hombre prohibido para ella鈥, se la escucha decir: 鈥淓l atraso de mi pa铆s se debe a la ignorancia, el miedo y la Iglesia Cat贸lica鈥. Pero estas presencias m谩s cl谩sicas se ven arrolladas por los dramas 鈥揳l parecer mundanos鈥 de mujeres de la plebe que luchan, trabajan, entregan sus cuerpos, paren y cr铆an, verdaderas m谩quinas de reproducci贸n, la que nutre el amor, la guerra... en suma: la revoluci贸n. El director dice que, en una 茅poca as铆, los ni帽os nacen soldados porque se est谩 en guerra. Se refiere a una de las escenas m谩s conmovedoras de La plebe: una plebeya, rodeada de matronas y muchachas, pare entre los yuyos un ni帽o-soldado que, como un potrillo, realiza movimientos desarticulados hasta que consigue erguirse. Es el hijo de Moreno y una muchacha que conforma 鈥渓a cruza, la esperanza, la necesidad inmediata鈥, sostiene Mangone.
El espectador es incitado a tomar partido, a tener un papel activo. Este accionar con el espectador se constituye desde la puesta: se colocan butacas rodeando la escena. En otros momentos, al grito de 隆Cabildo abierto!, los actores acercan a los espectadores a la escena misma y la incomodidad y el retraimiento merecer铆an un an谩lisis aparte. 鈥淐reo que todos, actores y p煤blico, lo vivimos ahora como algo natural, algo que no podr铆a ser de otra manera鈥, dice Mangone y agrega: 鈥淟a obra nos va metiendo en circunstancias que excitan a ponerse de pie, un s铆mbolo de intervenci贸n, de decir 鈥榦jo que ac谩 estamos鈥, una necesidad latente de esa 茅poca que seguramente coincide con la nuestra鈥.
Un 隆Viva la patria, carajo!, se escuch贸 al final entre aplausos, mientras actores y espectadores se confund铆an. 陇
La plebe. Lunes a las 21 horas. Teatro del Abasto. Humahuaca 3549. 4865-0014. $ 40.
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