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Aquel triple de Ray Allen a menos de cinco segundos del cierre para mandar a tiempo suplementario el sexto partido de la final 2013 result贸 un impacto dur铆simo para Emanuel Gin贸bili. Ese hecho, sumado a que no hab铆a tenido el rendimiento que pretend铆a en algunos de esos encuentros decisivos ante Miami, motiv贸 que el bahiense meditara la posibilidad del retiro, seg煤n lo admiti贸 tiempo despu茅s. Pero un alma y una mente tan competitivas y perfeccionistas como las suyas no se pod铆an retirar sin cambiar aquella imagen. Y durante 2014, la cuenta pendiente qued贸 saldada, con su cuarto campeonato en la liga m谩s exigente del mundo.
Es cierto que sus piernas ya no son las mismas a los 37 a帽os. Pero con inteligencia y conocimiento del juego, y con un entrenador como Gregg Popovich que lo cuida como la f贸rmula de la Coca-Cola, el bahiense compensa esa merma f铆sica para sostener un rendimiento similar a pesar del paso del tiempo, siempre aportando lo que el equipo necesita. As铆 lo demostr贸 en la revancha ante Miami y result贸 ser otra vez una pieza vital para obtener su cuarto anillo con San Antonio. Y de esa manera lleg贸 a una marca impensada para un basquetbolista argentino cuando comenzaba el siglo: disputar 1000 partidos en la inalcanzable y venerada NBA.
Tal vez all铆 radica el mayor m茅rito de Gin贸bili: naturaliz贸 y convirti贸 en cotidiano algo que era imposible: que un argentino fuera figura casi todas las noches en ese mundo de fantas铆a al que s贸lo se llegaba con la televisi贸n. Y lo naturaliz贸 de tal forma que figura en el podio de los jugadores con mejor porcentaje de victorias de toda la historia de la competencia, con 71,1 por ciento de triunfos, mezclado con leyendas como Larry Bird y Magic Johnson, y por encima de su compa帽ero Tim Duncan.
Claro que el precio de tanta gloria le pas贸 factura en una de sus debilidades: la Selecci贸n Argentina. Una maldita fractura por estr茅s y la presi贸n que ejercieron los Spurs se combinaron para que Gin贸bili no estuviera en el Mundial de Espa帽a, cita en la que iba a ser su despedida con la camiseta argentina. De esa manera no pudo coronar como pretend铆a lo que hubiera sido un a帽o perfecto.
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