La hermandad de la buena suerte
Fernando Savater
Planeta
288 p谩ginas
El azar tiende a la forma circular: revisemos juegos tan diferentes como la ruleta o las carreras del hip贸dromo con sus pronunciadas curvas, en donde una 铆nfima bolilla o un pura sangre da vueltas a toda velocidad con el objetivo de agraciar a pocos y condenar a demasiados. La novela de Fernando Savater, La hermandad de la buena suerte, no s贸lo sigue con recelo c铆rculos y azares, sin tambi茅n a cada uno de los conceptos desprendidos de la uni贸n de estos t茅rminos, como el destino, como la muerte, como la filosof铆a.
Ligeramente desprendido de su faceta m谩s ensay铆stica o pol茅mica, Savater nos ofrece una novela de aventuras que con mejor o peor 鈥渇ortuna鈥 logra introducir problemas de tinte metaf铆sico, como la naturaleza de la buena suerte y su influencia en la vida particular de los protagonistas. El planteo inicial, que de detectivesco deviene r谩pidamente en aventurero (sobre todo en los cap铆tulos finales), nos muestra a dos magnates enfrentados en una competencia que se despliega en la pista de carreras del hip贸dromo: el Due帽o y el Sult谩n son propietarios de los caballos que participaron de la 煤ltima Gran Copa, c茅lebre contienda recordada por los fan谩ticos del turf debido a que el favorito, el nacido para ganar, la pura idea arrolladoramente materializada en la forma de un caballo de nombre Esp铆ritu Gentil, sali贸 sospechosamente tercero. El Due帽o, poseedor de esta maravilla natural, sabe que el 煤nico que puede domar el car谩cter rebelde del equino 鈥損ara nada acorde a su nombre鈥 es Pat Kinane, un jinete desaparecido hace ya varios d铆as. Y claro, se ve obligado por la cercan铆a de la pr贸xima Gran Copa a recurrir a las fuerzas non sanctas de un grupo de mercenarios m谩s entregados a la cavilaci贸n que a la actividad cuasi-guerrillera para encontrarlo.
El Pr铆ncipe 鈥搇铆der del mencionado grupo鈥, el Profesor, el Doctor, el Coman-dante: los nombres de cada personaje funcionan como tipos o ideas que andan sueltas en un texto narrativo y que, como pueden, tratan de resolver el misterio. Los cap铆tulos, de 谩gil lectura, van sucedi茅ndose seg煤n la 贸ptica del Profesor o del Doctor; atendiendo a una interpretaci贸n de los hechos volcada a la intuici贸n y lo incognoscible o a la deducci贸n y la vana persecuci贸n de la explicaci贸n m谩s racional, respectivamente. Estos caracteres opuestos, que articulan dos formas de acceder al enigma que lleva adelante el relato, suspenden su voz s贸lo para dar paso a la del narrador omnisciente, quien entrega fichas pseudo-policiales al lector o relata episodios (como el posible atentado a la vida del Sult谩n llevado a cabo por un fan谩tico religioso musulm谩n) que dilatan la acci贸n principal, aportando mediaciones entre esos grandes bloques de conceptos 鈥搇os personajes鈥 que la historia arrastra hasta la resoluci贸n.
Sin ser una novela de ideas, no podemos dejar de reconocer la enorme influencia que dicho g茅nero ha tenido en la construcci贸n de este trabajo.
Fernando Savater, famoso por su rol como fil贸sofo y pedagogo (algo r谩pidamente demostrable gracias a obras como Etica para Amador), agrega a sus laureles el Premio Planeta 2008 por La hermandad de la buena suerte, distinci贸n de la cual ya hab铆a resultado finalista en 1993 con la novela El jard铆n de las dudas (el galard贸n, en aquel momento, fue entregado a Mario Vargas Llosa por Lituma de los Andes). Con personajes arquet铆picos y un misterio que deja entrever la pasi贸n del autor por las carreras de caballos, La hermandad de la buena suerte sorprende m谩s por algunas nociones que vierte antes que por la narraci贸n en s铆; texto que, quiz谩s, no sea el favorito en la carrera, pero no por eso sospechamos que no pueda ser un rendidor primer lugar. Hagan sus apuestas.
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