El muy hermoso dibujo de la tapa es un dise帽o de Viktor Sulcic, un arhitekt de origen esloveno y complicada nacionalidad, que naci贸 en 1895, fue otra de nuestras grandes adquisiciones inmigratorias y muri贸 en Argentina en 1973. Curiosamente olvidado, Sulcic 鈥搎ue se pronuncia Sulchich鈥 fue nada menos que coautor del Mercado de Abasto y de la Bombonera.
Muy a comienzos de la d茅cada del noventa hubo una exposici贸n sobre la obra de este poeta, escritor y pintor. Fue en el mismo Centro Recoleta que recibe 茅sta a partir de hoy. Una de las tantas cosas que ocurrieron desde entonces fue que Eslovenia reapareci贸 como pa铆s independiente, se uni贸 a Europa y comenz贸 a redescubrir cosas de su propia historia, como algunos de sus grandes emigrantes. Por eso esta muestra tiene todo el apoyo de Eslovenia y muestra obras preservadas en la Galer铆a Veno Pilon de la muy impronunciable ciudad de Ajdovscina.
Sulcic naci贸 austroh煤ngaro, hizo la secundaria en Trieste 鈥搎ue todav铆a pertenec铆a a los Habsburgo y no a Italia鈥 y se encontr贸 de uniforme y en las trincheras de la Primera Guerra Mundial. Para fines de 1918 ya no exist铆a el imperio y Trieste era italiana junto a todo el litoral cercano, aunque la poblaci贸n fuera m谩s que nada croata y eslovena. El todav铆a joven Sulcic comienza a estudiar artes en Florencia, en 1919 cursando escultura y a partir de 1920 volcado a la arquitectura, que se ense帽aba en la misma escuela como una rama de las bellas artes (隆qu茅 tiempos!).
Sulcic estudia, viaja, se recibe 鈥撯渓icenza di disegno architettonico鈥濃 y se muda a Zagreb a trabajar. Pero Europa est谩 sin aliento despu茅s de la terrible guerra y el joven architetto le hace caso a Luis Migone, el ingeniero con quien lo conect贸, por carta, un amigo de los a帽os de estudio, y se viene a Buenos Aires, con carpetas de dibujos y el t铆tulo.
En 1926 tiene su primer golazo, cuando gana el concurso para el edificio del Banco Hipotecario. Nunca se construy贸, por cambio de gobierno y de planes, pero es el hito que lo coloca en la escena porte帽a. En 1928, Sulcic dise帽a y s铆 construye la entrada del cementerio de Luj谩n, un edificio on铆rico, muchas veces confundido con un Salamone, que muestra el entrenamiento escult贸rico del autor en las figuras de los lados del portal y en cierta volumetr铆a dram谩tica del conjunto.
En 1932, comienza la construcci贸n de esa maravilla que es el Mercado de Abasto de Buenos Aires, la 煤nica cosa po茅tica construida con hormig贸n entre nosotros, tan lindo que ni el abarrotado shopping consigue arruinarlo. Y luego le sigue una obra muy usada, sudada y querida, la cancha de Boca, a la que el mismo autor bautiz贸 como Bombonera. Sulcic, pese a su formaci贸n cl谩sica de preguerra, ten铆a una sensibilidad muy moderna, ya visible en la cancha. Su iglesia en San Justo es una prueba todav铆a sorprendente de su estilo.
Una de las tremendas iron铆as de la vida de este inmigrante de lujo fue que nunca pudo firmar un plano, porque las mezquindades criollas no le revalidaron el t铆tulo.
La revista Alerta Militante organiz贸 esta semana una charla sobre los nuevos modelos urban铆sticos y la preservaci贸n del Casco Hist贸rico, que se realiz贸 en Estados Unidos 501. Participaron Carlos Blanco, arquitecto y miembro de Basta de Demoler; el diputado porte帽o Eduardo Epszteyn (Di谩logo por Buenos Aires), que fue secretario de Medio Ambiente y Planeamiento Urbano de 2002 a 2004; Enrique Garc铆a Espil, arquitecto y secretario de Planeamiento Urbano de 1997 a 2002); y el defensor adjunto del Pueblo porte帽o, Gerardo G贸mez Coronado. Estuvieron ausentes con aviso, por viaje, el diputado Patricio Di Stefano (PRO), que ahora preside la Comisi贸n de Patrimonio de la Legislatura, y la ex diputada que fund贸 esa misma comisi贸n, Teresa de Anchorena.
El primero en hablar fue Garc铆a Espil, un hombre bastante flexible que sin embargo mostr贸 la hilacha sin querer. De arranque, defini贸 bien a las ciudades como creaciones colectivas que reflejan a las sociedades que las construyen. Luego, avis贸 que en los debates sobre urbanismo se deja de lado la escala de grises para construir slogans memorables y despu茅s se gan贸 a la audiencia al admitir, cosa rara en un arquitecto, que se destruye patrimonio para construir edificios 鈥渄e escaso o nulo valor鈥.
La hilacha en cuesti贸n fue cuando Garc铆a Espil remarc贸, alzando las cejas, que los arquitectos 鈥渟贸lo鈥 pueden intervenir en edificios patrimoniales desde el lenguaje moderno, que es 鈥渓a 煤nica arquitectura que mi generaci贸n puede hacer鈥. Tal vez sin percibir que eso es una invitaci贸n, entonces, a la pronta jubilaci贸n, el ex funcionario y profesor lo dijo con el tono de Mandamiento que ponen los que se educaron en el Alto Modernismo y no conciben otra capilla.
Mucho m谩s interesante fue su cr铆tica al C贸digo de la construcci贸n, al que con conocimiento de causa calific贸 como 鈥渋nnecesariamente complicado鈥. Garc铆a Espil ejemplific贸 contando que hasta hay especialistas en interpretar esa escritura cabal铆stica, de modo de ganar mucha plata comprando un terreno supuestamente habilitado para construir X, pero encontrar la interpretaci贸n que permita construir mucho m谩s. Lo siguiente fue maravilloso: eliminar el FOT y dejarse de tratar la ciudad como si no estuviera construida, creando 鈥渮onificaciones鈥 de decenas o cientos de manzanas. Garc铆a Espil puso por ejemplo Rosario, donde se zonifica por cuadra y no existe el FOT, engendro que calcula la altura de un edificio s贸lo de acuerdo al tama帽o del terreno.
El diputado Epszteyn abri贸 diciendo que vivimos en un estado permanente de emergencia, corriendo atr谩s de los problemas y encontr谩ndonos con que 鈥渘os hacen cosas鈥 inesperadas que arruinan la calidad de vida de la gente. El diputado coincidi贸 en la cr铆tica al C贸digo, al que encuentra 鈥渁bstracto鈥 porque trata a Palermo igualito que a Mataderos. Epszteyn explic贸 un poco la historia del Plan Urbano Ambiental, contando que es muy laxo porque tuvo que ser negociado hasta la relatividad einsteniana, lo que lo dej贸 sin dientes. Y admiti贸 que resulta muy dif铆cil cambiar el C贸digo porque significar铆a entre otras cosas definir el perfil productivo de Buenos Aires.
Todo esto hace m谩s complicado lograr cosas como hacer sustentable el patrimonio, desde lo material, e intervenir en procesos de gentrificaci贸n 鈥揷uando la poblaci贸n de un barrio es reemplazada por otra m谩s pudiente, como en Palermo Viejo鈥 o de guetificaci贸n, cuando un barrio se desploma y se hace peligroso.
Carlos Blanco habl贸 de la experiencia de Basta de Demoler, un proceso que defini贸 como pasar de lo testimonial a la ofensiva en defensa del patrimonio. Para Blanco, las comunas pueden ser un instrumento de gobierno m谩s local en el aspecto preservacionista tambi茅n.
El defensor adjunto G贸mez Coronado explic贸 que su mandato de defender a los vecinos en cuestiones ambientales y de identidad barrial son parte de una construcci贸n de ciudadan铆a, de 鈥渋nternalizar como propio el espacio urbano鈥. El ombudsman cont贸 que s贸lo de San Telmo y del Casco Urbano se recibieron 35 denuncias concretas en un a帽o, que originaron 23 pedidos de informes al Ejecutivo, 10 resoluciones y dos proyectos de ley enviados a la Legislatura. Para G贸mez Coronado, los problemas son muchos m谩s: el hombre sabe que son relativamente pocos los vecinos con la pila de hacer algo sobre cuestiones que los afectan.
Luego se abri贸 un debate que vari贸 entre lo inocuo 鈥搇a culpa de todo esto, 驴no la tendr谩 el neoliberalismo?鈥 a lo muy concreto, como las preguntas sobre qu茅 hacer con edificios intrusados y por qu茅 hay tantos problemas de vivienda. Al final, los vecinos de San Telmo Preserva pidieron firmas contra el horrendo Quartier que amenaza el barrio en la avenida Garay.
El arquitecto Fernando Lorenzi est谩 muy enojado con eso de que le cambiaron el nombre al Opera para darle el gusto a una corporaci贸n, que encima hizo una obra ilegal. Pero Lorenzi se帽ala que el Citibank no est谩 s贸lo: sus colegas del Galicia se cargaron alegremente, hace ya a帽os, el cine de Avenida de Mayo 1221, reemplazando hasta las puertas, para hacer una sucursal en su olvidable estilo. El mismo destino puede correr el Cine Teatro Pueyrred贸n del barrio de Flores, otra pieza D茅co en venta y en peligro.
Y mientras tanto, Macri mantiene cajoneado el reglamento de preservaci贸n del patrimonio que ordena la Ley 1227. 驴Saben por qu茅? Porque el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain, no quiere que el Ministerio de Cultura tenga un cuerpo de inspectores propio. Es una pelea mitad de plumas y mitad de cuidar el tradicional negocio de las inspecciones.
La revista Oblogo, que parece una versi贸n en papel de diversos blogs, acaba de publicar materiales surgidos de uno que publica Arquimaster. El tema es el de inundaciones, lluvias y excesos de construcci贸n. Arquimaster se帽ala cosas m谩s o menos sabidas, como que la red pluvial no se ampl铆a hace a帽ares y Buenos Aires est谩 surcada por arroyos de llanura, de poca pendiente. Pero pone flechas sobre cosas no tan sabidas, como que con esa man铆a de ahorrar cada vez que se repavimenta una calle, en muchas el centro de la calzada est谩 casi al nivel de las veredas, lo que hace que las aguas desborden m谩s r谩pido. O que el constante relleno costero estira cada vez m谩s la salida de aguas en momentos de emergencia.
Pero el posting tiene adem谩s una bomba: ya no existen los pulmones de manzana. Sin que nadie diga ni ay, se permiti贸 desde hace unos a帽os pavimentar y construir en lo que antes ten铆a que ser mandatoriamente un espacio libre de absorci贸n de aguas. Todo esto crea problemas que el gobierno porte帽o busca resolver con megaobras multi-multi-millonarias de t煤neles aliviadores y reservorios concentradores. Lo que equivale a endeudar a los porte帽os para que las constructoras sigan haciendo mucho dinero.
Vale la pena visitar www.arquimaster.com.ar/blog/.
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