Sostenidas a metro, metro y medio del suelo, sus casi 70 piezas mecánicas y de carrocerÃa desguazadas, blancas de toda blancura, parecen inofensivas, neutrales, como el esqueleto de un dinosaurio de museo. Hay que rearmar mentalmente ese rompecabezas para tomar conciencia de que se está frente a una de las herramientas más siniestras del aparato represivo de los `70, la que servÃa para perseguir, atrapar y transportar a las vÃctimas hacia su destino de muerte o desaparición. El Ford Falcon, surgido a principios de los `60 como el vehÃculo de "la familia argentina", por siempre estará asociado al terror de la dictadura. Un sÃmbolo devenido en objeto artÃstico, como elemento central de la muestra "Autores Ideológicos", que quedará inaugurada mañana a las 19.30 en el Museo de la Memoria (Aristóbulo del Valle y Callao) en el marco de las recordaciones del 32º aniversario del golpe. "1976: Nuevamente la Argentina encuentra su camino. 1977: Nuevo año de fe y esperanza para todos los argentinos de buena voluntad. Ford Motor y su gente se comprometen en el esfuerzo para la realización de los grandes destinos de la Patria. Nuevamente Ford le da más", decÃa el aviso publicado por la multinacional estadounidense cuando la dictadura no habÃa pasado diez meses de instaurada. Y vaya si Ford cumplÃa su promesa de darle más. Por esos dÃas, los vehÃculos salidos de la lÃnea de montaje de la planta de General Pacheco iban y venÃan al servicio de la PolicÃa Federal y las Fuerzas Armadas. No solo eso. En la misma fábrica se habÃa instalado un centro clandestino de detención, donde 25 empleados fueron vÃctimas de detenciones ilegales y torturas. AL menos uno de ellos continúa desaparecido.
A partir de estos elementos, un grupo de artistas plásticos porteños integrado por Omar Estela, Javier Bernasconi, Marcela Oliva, Marcelo Montanari, Luciano Parodi y Margarita Rocha, montaron "Autores Ideológicos", ni menos que un auténtico Falcon verde de los `70 cortado en dos mitades, desarmado en decena de piezas y todo pintado de blanco. "Es como ver un escenario histórico donde desaparecieron muchas personas, encontrarse con esa falta de respuestas, de vacÃo que uno relaciona con hechos del pasado", señala Marcelo Montanari, mientras plano en mano trabaja en el montaje de la obra. "Lo cortamos al medio porque querÃamos que esta máquina no volviera a funcionar y lo desarmamos porque de alguna manera es como buscar respuestas a lo que pasó", agrega Javier Bernasconi.
-Impresiona ver desarmado un objeto que en su época formó parte de algo tan poderoso, es como dejar sus partes Ãntimas a la vista.
-M.M.: Poder debilitarlo como máquina tan acorazada, como tanque, poder verlo desmembrado como esqueleto blanco, pieza por pieza, te permite acercarte más y sentirte adentro de la máquina.
-J.B.: También lo pintamos de blanco porque no querÃamos caer en el reclamo tradicional de hablar solo de las Fuerzas Armadas y justamente se llama "Autores Ideológicos" porque todavÃa hay una parte de la sociedad que no hizo su autocrÃtica. HabÃa varios sectores como la Ford Motors, que tenÃa un centro clandestino dentro de la fábrica.
-El aparato represivo no sólo eran personas sino también herramientas como los vehÃculos para cargar la gente y secuestrarla.
-M.M.: Este era el auto de la familia argentina, que integraba un aparato social que formaba parte de ese momento histórico.
-¿Cómo reacciona la gente al ver la obra?
-J.B.: Tenemos reacciones muy diversas. Eso significa que todavÃa la sociedad no está reconciliada en cuanto a este tema. Hay gente que nos dice: "Muy bueno, zurditos" o "Este fue un gran auto para la Patria". Pero la mayorÃa muestra alivio porque podamos mostrar en estado de Derecho algo que en otro momento estuvo en manos de la represión y que ahora lo observamos y hablamos en libertad de esto.
-Además este auto es un auténtico Falcon verde de las fuerzas represivas.
-M.M.: PertenecÃa a la PolicÃa Federal, tiene la cédula, modelo '82, incluso en el baúl encontramos un uniforme, camisa y pantalón. La Federal hizo un remate y fue a parar a un desarmadero, donde lo compramos porque iba a volver a circular.
-J.B.: Estaba en la época, en el lugar y era una de las herramientas de la represión. QuerÃamos rescatar que esta parte de la historia, que este escenario no volviera a blanqueare en el mercado de autos y que se olvidara el significado que tiene para nosotros. Que se comenzaran a lavar esas evidencias o esas herramientas que se usaron. Incluso en el Museo Histórico del Ejército Argentino tienen un Falcon como muestra de sus armamentos. Pero para nosotros este es como el Falcon del museo del pueblo.
-La empresa Ford Motors Argentina y su casa madre nunca reconocieron su participación en la dictadura.
-J.B.: Incluso tenÃan publicidades donde mostraban con orgullo estar participando del "proceso". Esa imagen de la "raza fuerte" de "la máquina del futuro" que querÃa dar la Ford. Ellos sin dudas fueron autores ideológicos y materiales.
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