Después del minimalismo que marcó a su proyecto 15 Watts, Sergio "Manchi" Milioto decidió regresar a un formato grupal que le permitiera cargar de matices sonoros a composiciones que se nutren de influencias numerosas (y de geografÃas diversas). Acompañado por Juan Flores en bajo, Germán Pardo en guitarra, Mariana Alarcón y Luis Ciliberti en violines, Jimena López Zaric en clarinete, Graciela Amato en trompeta y Nahuel DÃaz en acordeón, el cantante y guitarrista lidera a la Sergio Ivanovich Orquesta, con la que mañana a las 22 actuará en Pichangú (Salta y RodrÃguez).
Para Milioto, esta nueva apuesta encuentra ciertos puntos de contacto con la recordada Asaltimbanqui, "aunque ya con muchos más años encima, más laburo", según distingue el compositor, que distingue un giro en relación a 15 Watts: "Este es un proyecto más sólido, plural, abierto. VenÃa trabajando algo más minimalista, pero extrañaba la tÃmbrica, la variedad, el color. Entonces volvà a convocar a los músicos que siempre me hicieron el aguante, como Juan y Germán, que conozco desde hace mucho tiempo. Un poco el concepto es armar algo realmente grande, tÃmbrica y compositivamente".
En esa misma lÃnea, Flores explica: "De alguna manera se buscaba volver al color de una orquesta, con violines, vientos, acordeón. No hacer una revisión, porque hay temas nuevos, pero sà apostar otra vez a esa estética, aunque con más años encima, como para disfrutarla más, más conscientemente".
Con su consolidación, la Sergio Ivanovich alimenta una escena local que sigue sumando grupos numerosos y de espÃritu orquestal. Para Milioto, la apuesta tiene sentido: "Como dice Fito, en tiempos egoÃstas y mezquinos, en tiempos donde nadie escucha a nadie, nosotros vamos a hacer algo grande. Es una apuesta al color, al riesgo. Es muy complejo, pero en vez de achicar creo que hay que agrandar, tener generosidad para compartir con la gente".
Música de inmigrantes, aires de rock, algo del RÃo de la Plata, todo se conjuga en la obra de Milioto, que se reconoce también en la sonoridad de Oscar Alemán o en la propuesta del italiano Vinicio Caposella. Amplias, las influencias del compositor fluyen en una estética que ya le resulta distintiva, y que él mismo siente cada vez más madura. "Desde lo compositivo siento también que poco a poco fui creciendo, diciendo otras cosas. O diciendo lo mismo de otra manera, porque uno se repite un poco, porque es humano... Sà estando siempre atento a no hacer cosas comerciales. El foco está más puesto en la letra, en que uno pueda reflexionar. Parece que el público a veces quisiera que el artista sà o sà lo ponga a bailar, pero hay otras emociones, otras cuestiones importantes", explica Milioto.
Y agrega: "La verdad, después de cierta edad ya no me importa. Hago lo que me gusta y lo comparto con quien quiero, y con el que también demuestre un interés particular de embarcarse en esto. Nosotros somos como vendedores de ilusiones, no podemos garantizar nada a nadie. Uno está decidido que el camino es éste, y no lo cambiarÃamos por nada".
Luego de su actuación en Pichangú, el grupo ofrecerá shows en El Cairo (el lunes 1 de abril) y Kika (bar ubicado en Urquiza 1580, donde se presentarán el sábado 6), instancias previas a la grabación del disco del grupo, pautada para el mes próximo. En ese sentido, Milioto concluye: "Pienso que el arte tiene que ser para todos. A veces no se logra éso, por cuestiones económicas, culturales, sociales. La nuestra es una orquesta plural, que podrÃa tocar en cualquier barrio o plaza. La intención es que nuestra música sea accesible, pero no comercial. Nuestras melodÃas son accesibles, pero no tienen un formato con el que vayamos a facturar".
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.