Sin pensar en números paralizantes, Madrigal decidió lanzarse a la grabación de un ambicioso disco a 13 años de su última edición discográfica. Lejos de las cábalas, el grupo vocal no sólo se determinó a reunir en Rumores indelebles obras propias junto a reversiones de otras de duplas como Leguizamón y Castilla, Cobián y CadÃcamo, Discépolo y Mores, o Manzi y Dames, y de los rosarinos Jorge Fandermole y MartÃn Neri. Además, la agrupación sumó a Caio Viale como responsable de realizar los arreglos que interpretarÃa la orquesta de cámara que conformaron músicos del Teatro Colón y la Camerata Bariloche. Acorde a la relevancia de la obra, hoy a las 21.30 el álbum se presenta en el teatro La Comedia.
Mezclado por Iván Tarabelli --quien tuvo a su cargo la ardua tarea de hacer audibles todos y cada uno de los 42 canales que nutren la placa--, Rumores indelebles marca el regreso de Madrigal a las bateas, luego de que en 1992 lanzaran una última y pequeña producción. Y, como era de prever, el lapso que separa a una y otra creación se hace evidente, según explicó Irene RodrÃguez, fundadora del grupo que completan Gaby Estrada, Willy RodrÃguez, Rudy Giglione y el también director y arreglador Raúl Rey.
"Ahora las armonÃas son totalmente diferentes, los arreglos son muy distintos. Evidentemente ha habido una evolución, aunque tiene la impronta nuestra y la pasión, porque somos un grupo muy sanguÃneo, donde se privilegia la letra. No nos gusta esta cosa de que el cantante, embelezado por su voz, sostiene una nota durante tres compases porque le queda cómoda. No podés decir de la misma manera una palabra que otra, entonces la intención de interpretación sigue siendo la misma, teniendo todo el corazón y el alma que siempre puso Madrigal. Hoy tenemos una base instrumental --LuÃs Misischia en piano, Victoria Virgolini en percusión y Federico Ramonda en bajo-- y por eso podemos trabajar las voces armónicamente sin tener que pensar en reemplazar un instrumento", precisó la cantante.
Por su parte, Rey intentó delinear las cualidades de esos arreglos, cuando consideró: "Se va a poder escuchar a Fandermole con un tratamiento de acordes invertidos deliberadamente, como también un tango o una zamba con acordes más puros. Según cuál es el tema, y desde dónde lo pensás, los arreglos van a tener que ver con eso. Pero en realidad la música no se puede explicar. Obviamente hay otras armonÃas, no hay arreglos que sean iguales, no hay ningún recurso previsible. Los arreglos se sienten y se escriben, pueden plantearse desde la letra, desde lo que te va sugiriendo la lÃnea melódica. Hasta elegÃs el solista según lo que querés decir".
Mientras tanto, RodrÃguez completó: "Cuando uno se vuelca a estas canciones clásicas lo que intenta es renovarlas, sino para nosotros no sirve. Intentamos aportar algo. Con la intención primera, como nos contaba Suma Paz que le decÃa Atahualpa, de nunca colocarnos delante de la canción, que es la protagonista. Las melodÃas y los poemas son los protagonistas, y nosotros no somos más que intérpretes por donde todo eso fluye. Con todo lo nuevo que podamos aportar y con toda la intención, pero siempre la canción adelante".
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