La vida me gusta asà -dice- porque de otra manera -agrega- serÃa demasiado sencillo y las cosas sencillas para mà -cierra- no son. Es imposible más dolor: ni eso alcanza; he puesto todo -dice- lo que tenÃa y lo que podÃa tener, futuro, presente y otros dÃas, he puesto a plazo mis esperanzas y clausurado todo camino de vuelta. Quisiera tener una moral férrea a la que asirme: saber que hay algo para toda la vida, aunque no sea más que la misma muerte. Pero ¿cómo moriré mi muerte? ¿cuándo? Templanza: qué más me falta si no es templanza y otras cosas asà de etéreas. Beber no es sólo un pasatiempo:lleva entrenamiento, cuesta dinero, hay que sostenerlo, yo te digo -dice- esto que hacemos a veces de pasar la noche bebiendo es realmente un esfuerzo, cansa.
Pude agrega haber sido un niño ejemplar, modelo, gozar, una vida burguesa, jugar al polo. Elegà nadar en aguas bravas, asà nos va.
Del amor me queda -cuenta- una semblanza cierta, pero qué queda ¿dolor? ¿lo habÃamos sospechado? Sabemos que es una aventura incierta, una especie de camino que se trifurca, un ensayo interrupto, una colección infrecuente de malentendidos.
Solo: toda la tarde sofocado por el calor, mirando el muro del aire luz, los vidrios traslúcidos de las ventanas de enfrente, tocando una melodÃa sinuosa y cálida con el saxo alto, leyendo de la partitura en el atril la melodÃa fina y conocida de "Dama Sofisticada". Peor habrÃa sido recibir el año con la dama sofisticada en medio de este calor, sin aire acondicionado, la piel pegajosa, sabiéndola molesta, un disgusto cierto.
Bebo: la corriente del rÃo no se muestra en la noche tórrida, la adivino entre mosquitos que zumban la costa llevando el agua hacia la mar distante. En realidad no es que extrañe el rolido del barco, es la navegación lo que me harÃa falta.
Amigos: algunos llaman, dicen, preguntan, sugieren, invitan. Es un disgusto en un dÃa como este tener que negarme a tantos agasajos.
Un largo baño: pensé que inmersarme, flotar, perfumar las aguas, ver burbujas, oler sentir, flotar otra vez y esperar que la tarde pase iba a devolverme el esplendor perdido. Mojado, trato de no arruinar el parquet de por vida; seco empiezo otra vez a transpirar el calor agobiante.
"Porque hacÃa calor" dijo el protagonista de L'étranger que le habÃa disparado. Me alegro de no tener armas.
No es en rigor la soledad, lo que me incomoda es lo asimétrico: yo abandoné todo de la mano de la ilusión; ella sigue derivando con la corriente en su moral victoriana; oh Jane Austen, niña primorosa eternamente sonriente en la National Art Gallery de Londres, vuelve de la muerte con tus novelas escritas para Hollywood a calmar mi dolor! Ni sensatez ni orgullo ni quien sabe sentimiento queda. Sólo este horrible calor.
Deseos para el año en curso: que desees el deseo que deseo. Creo que a Saer se lo leÃ, me parece que él no hubiera sido capaz nunca de decirlo hablando frente a frente sin ruborizase, "el deseo de los otros también nutre nuestro deseo".
De Aldo guardo un recuerdo magnÃfico y veraniego: a los cincuenta y tantos tenÃa una amante de diecinueve que le compartÃa la cama de una de mis amigas. Recuerdo haberme cruzado en el ascensor yo con ellos.
Todos sabÃamos en secreto todo.
Dejé -dijo- una botella de blanco en la heladera pero -completó al cabo de una de sus largas pausas- podés tomar una copa.
¿Me habrá llegado el tiempo de hablar con los muertos? Tengo muertos desde muy joven, antes amigos que parientes, asà es este paÃs, tórrido, cálido, álgido, tropical, con una pasión de bolero que sesga vidas.
Roig sà que cree en el amor; ha de ser la distancia, el clima seco o el frÃo invierno europeo.
Amigos escritores, ¿cómo puede ser esto? No escribiremos todos para satisfacer lo insatisfactible (qué horrible palabra). Con Sebastián un dÃa se nos hizo tarde y ya eran las diez de la mañana y todavÃa estábamos en el balcón bebiendo ginebra. Qué disparate -decÃamos- toda esta gente yendo a trabajar.
Es el calor -dice- pero yo sé que hay algo más que una promesa rota, y en lo que no dice, en lo que calla, en lo que habrá de secreto en su alma debe estar la respuesta: moriré solo, sin que nada haya alcanzado para que tres dÃas antes me llame a asistirla: esa es la vida.
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