No tengo intención de entrar en polémica sino solo ofrecer otro punto de vista distinto a la conclusión de la columna de opinión de Leo Ricciardino en Rosario/12 "Sobre algunas prohibiciones". Al final de la nota hace ver a Rosario como aburrida solo porque no se pueda fumar en lugares públicos o beber si uno conducirá un vehÃculo. En este momento estoy viajando por otros paÃses tratando de encontrar un lugar en el que me sienta más respetado que en Rosario, cosa que seguramente resultará exagerada si les digo que entre varias motivaciones no está la falta de dinero pero sà la de respeto por el "no fumador" que hay en Rosario. Yo eventualmente podrÃa emigrar, pero ¿qué hacen los no fumadores que no
tienen esa posibilidad? Disculpen si me equivoco, pero el punto de vista de Ricciardino es egoÃsta, tÃpico de fumador, no es digno de alguien que tiene la responsabilidad y posibilidad de generar opinión. Creo que un poco de empatÃa con "el otro", el diferente, harÃa de éste un mundo mejor, ¿no les parece? No tienen idea de lo aburrido que puede ser una ciudad si no tenés adónde ir sin que te metan humo dentro aunque no quieras.
Alejandro Cesarini
Alessandria, Italia.
¿Hay que ser portador de ideas polÃticas? Sà o no, conteste. SerÃa una encuesta interesante en estos tiempos de despolitización y sin educación polÃtica en los colegios, parece que los problemas se solucionan con un carácter más social que polÃtico, incluso, el Fondo Monetario Internacional recomendó "evitar" estar politizado, OnganÃa lo primero que prohibió fue a los partidos polÃticos y a toda actividad polÃtica, también la dictadura que le siguió (la del 24 de marzo) incluso en algunos paÃses del orbe aún hoy está prohibida. Vivimos en un tiempo bastante ilógico cuando mil veces se soñó un mundo mejor (incluso a modo de pasatiempo escribà una novela titulada Más allá de las montañas del amor nuevo donde planteo a la comunidad perfecta, y al hombre ideal, que aún no existe) los dirigentes actuales terminan rompiendo el sueño humano de un mundo mejor e instauran uno peor con la polÃtica del miedo y el pesimismo, la esperanza queda asà postergada, el pesimismo hoy en dÃa pide "mano dura" y seguridad, la esperanza defiende los derechos humanos. La justicia y la injusticia siempre están planteando concepciones diferentes y antagónicas.
Lisandro Invernizzi
Rioja 5533, Rosario.
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