El anuncio de la suba de impuestos sugerido inicialmente por el gobernador Hermes Binner, y confirmado m谩s tarde por el Ministro de Econom铆a Angel Sciara, ha desatado diferentes reacciones. Entre otras, las que permitieron la reaparici贸n de Juan Carlos Mercier -ex ministro de las dos gestiones de Carlos Reutemann- y la de Walter Agosto, el predecesor de Sciara en el Ministerio, que ocup贸 ese despacho durante el gobierno de Jorge Obeid. Curiosamente, ninguno de los dos ex gobernadores ocupantes de la Casa Gris durante los 煤ltimos tres lustros, salieron a decir nada de la suba anunciada que desde algunas bancas peronistas no dudaron en calificar como el "impuestazo". A煤n sin saberse cu谩l ser谩 el monto del ajuste, ni las proporciones, el PJ sin distinci贸n de sectores internos sali贸 a cruzar lo que consideran una medida "innecesaria".
Las voces m谩s estent贸reas resonaron en la Legislatura provincial, donde muchos de los representantes lo fueron tambi茅n en per铆odos anteriores, donde "no se toc贸 un s贸lo impuesto" tal como dijo a este medio un legislador obeidista. Muchos de ellos votaron el presupuesto que hoy encorceta a la gesti贸n socialista, que est谩 penando desde hace siete meses con contratistas que quieren empezar obras que el anterior gobierno licit贸 y concedi贸, pero no dej贸 las partidas asignadas; con los gremios que al igual que el gobierno advierten el proceso inflacionario. Con los proveedores que denuncian atrasos, y hasta con las municipalidades que como Rosario le son afines, pero que no pueden sostenerse por el d茅ficit que arrastran. Y es en este punto donde tal vez deba buscarse la explicaci贸n a las declaraciones de Miguel Lifschitz hechas en la ciudad de Santa Fe y que no fueron sacadas de contexto ni mal interpretadas: "Yo no creo que haya que buscar medidas salvadoras que terminan siendo un obst谩culo para el crecimiento econ贸mico. No soy partidario de los impuestos a la producci贸n, prefiero los impuestos a la renta y al capital que son m谩s justos desde el punto de vista distributivo y no impactan sobre la actividad econ贸mica, como ha ocurrido con las retenciones (al agro) que tambi茅n es un impuesto a la producci贸n", dijo el intendente rosarino el jueves. Naturalmente sus palabras cayeron como un balde de agua fr铆a, a煤n cuando las podr铆a haber dicho tranquilamente el propio Binner si hubiera estado en su lugar. A partir de esta situaci贸n, y despu茅s de ver las reacciones de la oposici贸n sobre el asunto, fue que Lifschitz intent贸 rectificar, o en todo caso emprolijar su situaci贸n y fue que dijo "no tenemos con el gobernador sobre esto ninguna diferencia, al contrario, estamos trabajando en conjunto en la Comisi贸n de Coordinaci贸n Fiscal que ha convocado el gobernador y de la que participan varios intendentes, y estamos analizando un esquema tributario". Y agreg贸 que las "diferencias" que ocuparon la tapa de los peri贸dicos el d铆a anterior "pueden haber surgido a partir de la interpretaci贸n de alg煤n periodista". Es evidente que m谩s all谩 de la pertenencia al mismo partido, de haber trabajado y caminado juntos durante la campa帽a para derrotar el peronismo, la diferencia de roles entre Binner y Lifschitz ha provocado este incidente, y probablemente provoque otros. No tendr铆a demasiada trascendencia si no fuera porque los socialistas siempre se presentaron como "la familia perfecta", y porque se han empe帽ado en "lavar los trapos sucios" a puertas cerradas. Tambi茅n hay que decir que esta es una situaci贸n novedosa, que tanto Lifschitz, como Binner antes -cuando fue intendente-, estaban acostumbrados a lidiar con los gobernadores peronistas y de Santa Fe (ciudad). Pero para no minimizar el hecho, en todo caso ponerlo en su justa dimensi贸n, hay que contemplar las diferentes responsabilidades y recursos que ata帽en a cada uno. Para la Municipalidad se hace cuesta arriba este per铆odo en el que ha tenido que -seg煤n dijo el propio intendente el jueves en Santa Fe- "acotar el gasto p煤blico, ajustar los servicios, bajar la obra p煤blica, porque por el proceso inflacionario no tenemos la posibilidad de recuperar ingresos en la misma proporci贸n que aumentan los gastos". Para el gobernador, en cambio, no cobrarle Ingresos Brutos a la industria, al campo, y a la construcci贸n -como dispusieron Menem y Cavallo en los `90- "no ha significado ninguna mejora para la provincia". Y Binner hizo el anuncio en pleno conflicto entre el gobierno nacional y la entidades del campo, no faltaron los empresarios que le reprocharon "decir una cosa" cuando se trataba de la recaudaci贸n nacional y "hacer otra" cuando afecta a las arcas de la provincia.
Da toda la sensaci贸n de que este chisporroteo en las filas socialistas no obedece a diferencias ideol贸gicas, ni mucho menos personales entre dos dirigentes que se conocen, se respetan y se necesitan. M谩s bien parece un choque propio de la diferencia de roles. Si as铆 fuera no es para preocuparse, peor ser铆a pensar que ya est谩 en marcha la batalla por la sucesi贸n en la Casa Gris -ya que Binner no tiene reelecci贸n- y que eso podr铆a terminar sepultando todos los slogan de campa帽a ("Buenos Tiempos", "Rosario y Santa Fe en un mismo sentido", etc.) Lo que tambi茅n queda claro es que a "La familia Ingalls" ya ni siquiera la dan por el canal Volver.
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