Si algo veÃamos por detrás de las rejas a ras del piso, eran los pies de los presos comunes y las bandejas con comidas. Ellos todos los dÃas traÃan nuestras raciones... La verdad, siempre espiábamos de ante mano qué nos tocaba en suerte. LeÃa en un diario sobre el 30º aniversario de la histórica visita al paÃs de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en 1979. Ese dÃa nos sorprendió ver bandejas de verdura fresca, pollo dorado y ¡frutas! Recuerdo comer una pera, parecÃa increÃble y extraño. Nos reÃamos. Nos preguntábamos: ¿mañana nos fusilarán a todas?
Horas después, nos enterábamos de aquella visita. Siempre mintiendo los militares, siempre disfrazando la realidad, siempre ocultando, siempre negando. "Los desaparecidos no existen, no están", decÃa Videla.
La verdad, la memoria, vuelve 30 mil veces.
En estos últimos dÃas, vÃctimas, sobrevivientes, compañeras y compañeros queridos, estuvimos en un mismo recinto con nuestros torturadores. Entiéndase por tortura no sólo lo fÃsico sino también la vejación continua, diaria, durante años, que sufrimos nosotra/os y cada uno de nuestros familiares, padres, hija/os, hermana/os, abuela/os. No importaba la edad, si estaban sanos o enfermos. DecÃa que llegamos luego de muchos años. Mas allá de cualquier análisis, deseamos que quede escrito y claro, totalmente claro que "siguen mintiendo". Su arrogancia, sus miradas, sus gestos nos paralizó en el tiempo.
Es difÃcil describir un sentimiento, pero el mensaje es "aquà estamos, no nos han vencido". Tanta crueldad no nos venció. Les garantizamos a todos el derecho a un sano juicio, les garantizamos el derecho a la defensa, les garantizamos lo justo y necesario. No nos vencieron. Podemos ofrecer justicia, sin rencor ni odio. Porque no olvidamos que formamos parte de una juventud que quiso cambiar el rumbo para lograr una sociedad más justa, más solidaria, más igualitaria.
No traicionamos nuestros principios. Por eso no mentimos, por eso la verdad nos representa. Es más: les damos la oportunidad de decir lo que callaron, o por el contrario, identificarse una vez más corporativamente con la basura del pasado.
Nuestros testimonios, a partir de lunes 14 de setiembre, serán ofrecidos a la justicia sin vendas, ni capuchas, con nuestra memoria viva y de frente al futuro. Por la verdad, por nuestros hija/os y por nuestra/os 30.000 compañera/os desaparecida/os. Por Julio López. En democracia señora/es, ¡sano juicio!
* Ex presa polÃtica. Testigo en la causa Brusa y otros.
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