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Ha vuelto la pol茅mica por el pliego de recolecci贸n de residuos. Hemos escuchado el valiente planteo de un concejal acerca de rechazar las ofertas de todas las empresas considerando que todas ellas superan en un porcentaje importante los montos establecidos en el pliego licitatorio.
Adherimos plenamente a esta propuesta. Como se escuch贸 decir, si tomamos las ofertas que se especula ser铆an elegidas, resulta que superan en m谩s de un 40 por ciento el presupuesto establecido.
En contrapartida, seg煤n el gobierno local, la municipalizaci贸n de la recolecci贸n en el 谩rea central a trav茅s del Sumar ha sido muy exitosa y permiti贸 ahorrar cuantiosos recursos. En septiembre de 2010 se informaba de un ahorro de m谩s de 2 millones de pesos por mes. M谩s a煤n significativo es el porcentaje que esto representa: seg煤n calculaba la Secretar铆a de Servicios P煤blicos y Medio Ambiente, si el nuevo sistema de contenedores hubiese sido concesionado, el costo operativo mensual hubiera sido de 3 millones de pesos. Pero con la gesti贸n de SUMAR, esa cifra se reduc铆a un 66 por ciento hasta redondear unos 900.000 pesos mensuales.
驴Por qu茅 no apostar a municipalizar la gesti贸n de residuos en toda la ciudad? Estos n煤meros proyectados a todo el sistema de gesti贸n de residuos, rubro con un presupuesto anual de m谩s de 300 millones de pesos, dar铆an un ahorro notorio, que permitir铆a fortalecer otras cuestiones.
Para colmo, a pesar del enorme gasto p煤blico que supone la gesti贸n de residuos, 茅sta no hace mucho m谩s que llevar la basura a otra parte. Son nuestros vecinos de Ricardone, a 30 km de Rosario, quienes soportan diariamente casi la totalidad de los residuos que producimos los rosarinos. La separaci贸n en origen, la recolecci贸n diferenciada, la recuperaci贸n de materiales, siguen siendo un aspecto totalmente marginal en la gesti贸n municipal. A pesar del discurso que a veces espasm贸dicamente se escucha, la dimensi贸n ambiental est谩 pr谩cticamente ausente en las pol铆ticas locales de manejo de los residuos, as铆 como en la mayor铆a de las pol铆ticas p煤blicas de la ciudad.
Tras alrededor de 18 a帽os de experiencias de separaci贸n de residuos, el gobierno no ha sabido o no ha querido jerarquizarlas y su incidencia es hoy en d铆a m铆nima. Ninguna gesti贸n puede echarle la culpa a la anterior, pues todas correspondieron al mismo partido.
La ordenanza 8335/08 de Basura Cero, aprobada por unanimidad, pretendi贸 torcer este rumbo, procurando un sistema de gesti贸n de residuos que incorpore masivamente la separaci贸n y la recuperaci贸n de materiales tanto org谩nicos como reciclables. A la fecha sus metas se han incumplido rotundamente. Para peor, el pliego de recolecci贸n, de concretarse la licitaci贸n, profundizar谩 el modelo de gesti贸n vigente, relegando la ordenanza a una declaraci贸n de buenas intenciones.
Hoy la ciudad de Buenos Aires y su 谩rea metropolitana se enfrentan al colapso inminente de sus rellenos sanitarios. 驴Hay que esperar a que ocurra lo mismo en nuestra ciudad para entender que es inviable seguir enterrando la basura debajo de la alfombra?
Las ofertas al pliego deben rechazarse, abriendo as铆 la posibilidad a que nuestra ciudad retome el camino de municipalizaci贸n en la recolecci贸n ya iniciado, y discutiendo un nuevo modelo para tratar los residuos que incorpore plenamente la separaci贸n y la recuperaci贸n, no s贸lo en el discurso, sino fundamentalmente en la realidad.
(*) Representantes de Taller Ecologista, Taller de Comunicaci贸n Ambiental, ONG Somos Agua y Grupo Ecologista G茅nesis, respectivamente.
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