La PolicÃa Comunitaria que se instaló en barrio Las Flores para garantizar la seguridad, tuvo esta semana su bautismo de fuego: En España al 7000 baleó en la cabeza a un joven que estaba defendiéndose de un feroz ataque a balazos que terminó con la vida de su esposa. Los atacantes, una familia ligada al narcotráfico, tuvieron mejor suerte: Pudieron alzarse del lugar llevándose pruebas en su contra, según denunciaron los propios vecinos. Según un testigo privilegiado de la balacera, MatÃas Caballero (26 años) quedó entre dos fuegos. El de la banda que mató a su esposa y el de los policÃas "que llegaron en un auto de civil, y sin darle la voz de alto, le empezaron a disparar hasta pegarle un tiro en la cabeza", relató a Rosario/12 DarÃo Campos quien calificó el hecho como "un caso de gatillo fácil, porque ni bien se bajaron del auto los policÃas empezaron a tirarle. MatÃas no reaccionó disparándole, sólo quiso salir corriendo", dijo este vecino conocido de la vÃctima, quien lo llevó personalmente hasta el Hospital Roque Sáenz Peña, ante la demora de la ambulancia. Milagrosamente el joven está con vida internado en el HECA.
"Eran eso de las seis y cuarto de la tarde del miércoles 3 de setiembre, cuando se escucharon tiros, asà que salà a ver, y vi una balacera, que se estaban tiroteando. En eso aparece un vehÃculo color bordó, del que bajan dos policÃas uniformados, de la PolicÃa Comunitaria. MatÃas (Caballero) estaba defendiendo a su familia, porque un rato antes le habÃan pegado un tiro en la panza a su esposa (Ana Laura Pioli) y los policÃas sin mediar la voz de alto ni nada, se acercaron y empezaron a tirarle. MatÃas no los habÃa visto y empezó a sentir que los balazos habÃan empezado a pegarle cerca, en la reja y al lado de él. Pero cuando quiso correr por el Pasaje Belén, los policÃas le siguieron tirando, y es ahà donde le dan un tiro en la nuca. En ningún momento le dieron la voz de alto, sino que le tiraron a quemarropa", asegura DarÃo.
Según relata Campos "los policÃas vieron que MatÃas estaba tirando pero no sabÃan que es lo que pasaba en verdad, y él cuando los vió se asustó y empezó a correr, y después le siguieron tirando hasta que le dan y cae al piso. Es ahà cuando yo me voy corriendo y me meto, porque era una injusticia".
"Cuando llegué và que el policÃa lo tenÃa pisado en la espalda y la mano a Cochito ( el apodo de Caballero). Me acerqué y le pregunté porque habÃa hecho y al policÃa no le gustó nada lo que dije. Enseguida se empezaron juntarse todos los vecinos y le decÃan lo mismo. Encima no me dejaban acercarme al pibe, y me contestaban que esperara la ambulancia. A los quince minutos, me enojé y lo empujé al policÃa y lo cargué en un patrullero hasta el hospital Roque Sáenz Peña.
-¿Qué heridas veÃas?
-TenÃa mucha sangre en la cabeza, y después los médicos nos dijeron que la bala le habÃa atravesado el cuello. Lo fui hablando en el viaje y él me decÃa que estaba bien, levantándome el dedo
Según aseguró DarÃo "MatÃas no es un delincuente. HabÃa llegado recién de trabajar y estaba vestido con su ropa de trabajo, está en un plan de inclusión social. Y cuando llegó reaccionó asà porque tenÃa a su esposa baleada, obvio que yo también reaccionaria asÃ: buscarÃa un arma y defenderÃa a mi familia".
Para este testigo que habita a escasos metros del lugar del hecho "esto fue un caso de gatillo fácil, porque ni bien se bajaron del auto los policÃas empezaron a tirarle. MatÃas no reaccionó disparándole, solo quiso salir corriendo".
Según Campos "MatÃas estaba parado en pasaje Belén y España, y la policÃa detiene el auto en Violeta y España, a unos treinta metros. Por eso no los alcanza a ver, los tiene de costado, y él miraba hacia el frente. Se bajan, uno de ellos salta la zanja, y se resbala, mientras el otro va por la calle y le tira desde ahÃ. Le tiraron los dos".
Para Campos, no fue fácil poder brindar su testimonio ante la justicia: cuando el fiscal Damián Cimino llegó al lugar del hecho, fue rodeado por policÃas, que no le permitÃan acercarse. Pero el joven consiguió el teléfono celular del fiscal y se presentó a declarar movido por la indignación de ver que la versión oficial ganaba espacio en los medios de prensa. "La policÃa decÃa que MatÃas les habÃa disparado , pero es mentira", ratificó.
-¿Cómo está el barrio desde que desembarcó la PolicÃa Comunitaria?
-La situación está igual que siempre, no hacen nada, no sirven. Lo único que produjo cambios en barrio Las Flores fue la GendarmerÃa. Ahà fue que hubo paz, que mis hijos podÃan salir a jugar a la calle, y tenÃamos la seguridad de que no iba a pasar nada. Pero cuando llegó la Comunitaria fue como que se liberó todo. En el dÃa se calman un poco las cosas, o algunos se tirotean lejos de donde está la policÃa. Pero se van del barrio a las ocho de la noche y entonces andan a los tiros. De noche no vemos policÃas.
-¿Por qué era distinto con los gendarmes?
-Porque estaban a toda hora, y si habÃa pibes en las esquinas se bajaban, los revisaban y si se estaban drogando les tiraban la droga y los mandaban a la casa. Ahora la PolicÃa Comunitaria pasa por la calle y les importa un comino los que están en la esquina, si están armados o drogándose. Esa es la mayor diferencia que hay.
-¿Cómo analizas la conducta de estos nuevos policÃas?
-Se lo dije al fiscal, para mà no tienen experiencia para estar en la calle, y mucho menos en un tiroteo. Los dos que tiraron eran muchachos jóvenes, y tal vez no estaban preparados. Después de los tiros, vos les mirabas las caras y estaban pálidos, asustados y no sabÃan cómo reaccionar cuando se les juntó la gente alrededor. Muchos policÃas tenÃan las armas en las manos cuando los rodeó la gente del barrio, y fue un peligro, porque se empujaban y les gritaban, podrÃa haber terminado en algo mucho peor.
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