"La respuesta penal es el s铆ntoma de un fracaso, porque se aplica cuando otras medidas son insuficientes. All铆 se hace necesario el derecho penal". La frase pertenece a Luiggi Ferrajoli, jurista disc铆pulo de Norberto Bobbio, y uno de los padres del "garantismo" jur铆dico. El ex juez italiano -que estuvo en Rosario invitado por el Departamento de Derecho Penal y Criminolog铆a de la Facultad de Derecho- aconsej贸 que en lugar de seguir proponiendo el endurecimiento de las penas como freno a los delitos, apuntar el inter茅s de la sociedad hacia "los cr铆menes de los poderes que son lo que m谩s deben preocuparnos, como la corrupci贸n y la tortura, porque su impunidad produce m谩s criminalidad".
Daniel Erbetta, docente universitario y anfitri贸n de Ferrajoli los defini贸 como quien "ha construido todo un aporte al paradigma garantista del derecho, no solo con proyecci贸n al derecho penal sino a todas la ramas del derecho a partir de una concepci贸n de los derechos fundamentales como el derecho del m谩s d茅bil. De alguna manera Ferrajoli es la reencarnaci贸n con una visi贸n cr铆tica de lo que ser谩 el pensamiento ilustrado, una suerte de neoiluminista que recupera lo mejor de aquel momento tan alto del pensamiento mundial", resumi贸 Erbetta.
-Ferrajoli, usted llega a un pa铆s en el que hay sectores que postulan resignar libertades para sentirse m谩s seguros.
-Esta es una deformaci贸n ideol贸gica del problema de la seguridad: nunca se puede resignar libertad para ganar seguridad porque las garant铆as deben ser de verdad y de eficiencia. La seguridad de los ciudadanos es la seguridad contra los abusos policiales, es la certeza del derecho, es la seguridad del inocente. La cuesti贸n principal es que el problema de la seguridad es un problema social no un problema penal: la criminalidad es de subsistencia, y es una criminalidad que se puede enfrentar garantizando otros tipos de derechos, como los derechos sociales. Cuando la desigualdad es muy grande, cuando la subsistencia y la supervivencia no est谩 aseguradas, naturalmente hallan un terreno f茅rtil para la peque帽a criminalidad de subsistencia. Por eso es necesario reformas sociales, no reformas penales. Cuando la desigualidad es muy fuerte es previsible un aumento de la criminalidad. Solo en un sentido demag贸gico se puede argumentar que la criminalidad puede ser controlada con penas m谩s duras.
-En esta provincia ha hecho eclosi贸n el modelo de abordaje de los menores que delinquen. En este tema tambi茅n es criticado por distintos sectores el "garantismo" jur铆dico.
-Esta es una tendencia de la pol铆tica y de la comunicaci贸n: presentar estos como problemas de orden p煤blico, tal como si se tratar铆a de neutralizar a los malvados. Naturalmente esto funciona, pero en el derecho penal es una disputa simb贸lica porque estos son problemas estructurales y es necesario invertir en instrucci贸n, en trabajo, en la familia ya que las disputas o acciones penales est谩n solo destinadas a agravar el problema. Naturalmente la acci贸n penal es necesaria pero si es excesiva, termina acentuando el conflicto porque no es un factor de integraci贸n social sino todo lo contrario de desintegraci贸n. Un ejemplo de esto son los Estados Unidos que tiene m谩s de dos millones y medio de detenidos con una pol铆tica puramente simb贸lica del derecho penal que ha producido una encarcelaci贸n en masa de pobres, que ha penalizado la pobreza. El derecho penal tambi茅n puede alimentar, sostener y favorecer la marginaci贸n social, la discriminaci贸n en torno de grupos por ejemplo el de los inmigrantes ilegales. La estad铆stica hist贸rica, demuestra la tesis de Montesquieu: que el grado de civilidad de un pa铆s se mide por la dureza de sus penas. Es decir que la aplicaci贸n de la mayor pena del C贸digo Penal es s铆ntoma de una sociedad violenta y puede producir la desvalorizaci贸n de las personas. La pena de muerte es un s铆mbolo del desprecio por la vida humana que es producida por el Estado mismo. La violencia institucional es necesaria, sin embargo su eficacia es tanto mejor cuanto m谩s asim茅trica respecto al delito.
-驴En que deber铆a poner m谩s atenci贸n la sociedad entonces?
-Los cr铆menes de los poderes son lo que m谩s deben preocuparnos, como la corrupci贸n y la tortura, porque su impunidad produce m谩s criminalidad.
El tema del impacto del derecho penal y la eficacia de la pena en la criminalidad de subsistencia que provoca violencia en la calle, es muy pobre porque este tipo de delincuentes no se enteran si las penas subieron o bajaron, ni tampoco est谩n pensando en la condena a la hora de llevar adelante una conducta il铆cita. Por el contrario el aumento de la pena en los cr铆menes del poder producen cambios de conducta. Por ejemplo en Italia el Mano Pulite, que produjo por un per铆odo una ca铆da de la corrupci贸n porque era clara la respuesta a la corrupci贸n.
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