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Cuesta lo mismo atenderse con ella que con cualquier peluquerx de su local: la educaci贸n comercial de Lizy Tagliani, desarrollada a base de improvisaci贸n, impone trato igualitario en una cuadra clave del barrio de Recoleta. Lizy va y viene de la radio a la televisi贸n y nunca, en a帽os de inagotable tourn茅e, dej贸 de estar. Hace base en su sal贸n y desde el sal贸n, deshace y decide. La leyenda arranca con clientas famosas y un doctorado en colorimetr铆a: 鈥淥dio hacer el largo rubio Susana. Todo lo dem谩s, me encanta鈥. Como corresponde, los tijeretazos empezaron con un chiste y una abuela: la abuela que le puso Lizy a su nieta porque Lizy era precisamente el apodo de su peluquera. Y el chiste de la supervivencia: el dolor inicial que hoy ella convierte en risotadas.
鈥揗e hice peluquera por necesidad. Tantas veces hab铆a probado con amigas buscar trabajo. Yo me hac铆a llamar Carla. Fui a buscar trabajo a Gloria Vanderbilt, la vieja casa de ropa en la que todas las chicas quer铆an trabajar en los 90; a V铆a Vai, hasta a McDonald鈥檚 fui; nunca me llamaban. Yo pensaba que no me llamaban porque estaba dif铆cil conseguir trabajo. Para m铆 en esa 茅poca ni exist铆a la discriminaci贸n. Cuando descubr铆 que no iba a conseguir laburo y sab铆a que ten铆a un feeling tan grande con las mujeres me dije 鈥淵o tengo que trabajar en una peluquer铆a鈥.
鈥揅omo autodidacta en Lomas de Zamora. Me explotaba una jefa que me hac铆a trabajar 14 horas por d铆a. Entr茅 a su sal贸n y le dije: 鈥淗ola se帽ora, yo necesito trabajo. 驴Usted tiene trabajo para m铆?鈥 Y me pregunt贸 鈥溌縌u茅 sab茅s hacer?鈥 y le dije, 鈥淟a verdad que nada鈥. Se ve que me vio tan caradura y tan kamikaze que me contrat贸. Todo me lo ped铆a de tan buena manera que me convenc铆a鈥
鈥揝铆, me dec铆a 鈥淟izy, diosa, reina de mi vida, vos que sos la m谩s r谩pida, and谩 a comprarme cigarrillos鈥 y yo corr铆a: no quer铆a que nadie fuese m谩s r谩pida que yo. 鈥淟izy, diosa de mi vida, vos que sos la m谩s joven, vamos a baldear la peluquer铆a鈥. Tiraba veinte baldes de agua y me dejaba baldeando sola y yo nunca me daba cuenta de que me estaba explotando.
鈥揇esde el 95 hasta el 2000. Pero a los 3 meses yo ya lavaba cabezas, hac铆a brushing, pasaba la planchita porque, claro, yo agarraba a una mujer y le hac铆a una cirug铆a est茅tica. Al mes ya manejaba y todo el mundo se quer铆a atender conmigo, pero yo no sab铆a hacer una mierda. S贸lo por lo tan maric贸n que era. Tan femenina.
鈥揚rimero Belgrano, Las Ca帽itas. Y en el 2003 me independic茅.
鈥揧o no puse un peso la verdad. Muchos clientes, cuando ven que sos buena, te ayudan. Una clienta m铆a, hoy amiga, en agradecimiento al amor que le tengo a su hija, con quien viv铆 momentos muy importantes, me ayud贸 mucho.
鈥揝铆, pero en realidad en encontrar looks. Ve铆a a alguien y empezaba a imaginarme c贸mo ser铆a su look. Las mujeres empezaron a buscarme por eso. Y es por eso que con todo esto de la popularidad yo no pierdo tanta gente. La gente siempre me busc贸 para el patad贸n inicial y despu茅s se segu铆an atendiendo con mis compa帽erxs鈥
鈥揝铆, en lo que iba a iluminar su vida en general. Por m谩s que lo lindo es de adentro hacia fuera, como dice Mirtha Legrand (鈥渃omo te ven, te tratan鈥). Igual no siempre me pasa de una. A veces es como una aparici贸n. A veces iba en el bondi y dec铆a 鈥淓ste es el look para鈥.鈥. Iba corriendo a la peluquer铆a, buscaba la ficha de tal clienta, la llamaba y le dec铆a 鈥淪茅 lo que te va a quedar bien a vos鈥. Muchas veces eso era robado. Por ejemplo, en el 2000 estaba fascinada con la modelo Clarissa Casciano. A todas les quer铆a hacer eso.
鈥揘unca. Es m谩s, estoy a dos cuadras del Opus Dei. Me saludo hasta con los sacerdotes. Pasa que Recoleta, por m谩s ortodoxo o convencional que vos lo veas, est谩 lleno de viejas que tienen entre 70 y la muerte pero son viejas que han viajado mucho. Cuando nosotros no sab铆amos que exist铆a Estados Unidos, las viejas ya se hab铆an cansado de ir. Alg煤n negro conocieron; alguna trava, alg煤n maric贸n, una enfermedad. 脡stas son como m谩s libres. Muchas historias que me cuentan (mujeres que tienen como 90) tienen que ver con que en su momento estaban enamoradas de negros, porque a Recoleta ven铆an muchos turistas. Se apasionaban con ellos; estaban calientes. Y los padres no las dejaban casarse. Saben lo que es luchar, de alguna manera. Lo que es que te nieguen un derecho a vivir feliz. Despu茅s se enamoraron, pero han construido ese amor con sus esposos de hoy. No se enamoraron de ellos a primera vista.
鈥揟engo una sola persona trans de clienta, de ac谩 de Recoleta, top铆sima. Ahora las m谩s j贸venes est谩n m谩s atrevidas. Pero el prototipo antes era platinada, Alejandra Prad贸n; entonces, vos ves chicas que por ah铆 son juje帽as, o como yo misma, chaque帽a, y la mayor铆a cuando quiere ser mujer, platinado. Susana. Creen que tener 谩ngel es ser Susana y ser linda es tener 120 de tetas, 97 de culo y una cinturita chiquitita y tener una boca s煤per colagenada. Cuando descubren que mientras m谩s camale贸nica sos, m谩s tranquila puede ser tu vida, y que en la moda se impuso el 鈥渕enos es m谩s鈥, descubren que pueden ser m谩s femeninas con poco. Muchas, las m谩s grandes, se han agredido mucho. Yo conozco una chica, Majo Dupr茅, que es鈥
鈥揝铆, es una mujer impresionante. Pero m谩s all谩 de que ella es una mujer feliz porque ha buscado eso, 驴cu谩nto tiempo pasaste en quir贸fanos y posoperatorios? No todas quieren pasar eso.
鈥揝铆, obvio. La primera vez que fui a ponerme lolas, el m茅dico me dijo 鈥溌縋or qu茅 no empezamos por p贸mulos, ment贸n, labios, nariz, cintura, v谩rices, todo?鈥. Cuando empec茅 a trabajar en el medio debo confesar que un poco lo est茅tico me empez贸 a incomodar. Pero porque me lo hace ver el otro, pero tampoco al punto de agredirme. Ahora por ejemplo se me ocurri贸 arreglarme los dientes. Tengo todos sanos y son todos m铆os pero la gente cree que no tengo.
鈥揝铆, pero yo form茅 mi bunker a trav茅s de lo est茅tico del otro. Cuando empec茅 a salir a los boliches de zona sur, me agarraba a todas las chicas lindas de Adrogu茅 y si no entraba la trava, no entraban las pibas. Eran mis aliadas. Entonces los due帽os y los patovicas no ten铆an m谩s remedio que hacerme entrar a m铆. Siempre especul茅 con la belleza del otro. Siempre fui amiga de las trans m谩s lindas y los maricones m谩s bellos. Vienen a encararse a ellos y si me das media hora, terminan y茅ndose conmigo.
鈥揕as personas somos contradictorias. Soy una mujer desde los 7 y desde los 13 vivo como trans. Me chupa un huevo lo que me dicen cuando yo jodo con Luisito y la barba. Creer que s贸lo las travestis o los hombres tienen problemas con la barba es discriminaci贸n. Hay miles de mujeres que tienen problemas hormonales y viven ri茅ndose que tienen bigotes. Tengo por lo menos 15 clientas.
鈥揇icen que se sienten inc贸modas porque yo les digo 鈥淟uisito鈥 y todo el mundo pasa a creer que les puede decir 鈥淟uisito鈥. Yo me siento segura. Form茅 una personalidad. S茅 por qu茅 las inseguridades. Si no, ser铆a no conocer, pero hay que trabajar sobre eso. No hay que trabajar s贸lo sobre la responsabilidad del otro: somos adultos; si le pasa a una piba de 16, es obvio que puede estar mucho m谩s permeable a gestar una personalidad m谩s d茅bil. Odio la comodidad.
鈥揗ucho. Creo en la igualdad y lucho y hago lo que puedo por la igualdad de derechos y obligaciones. No de ser iguales. Son cosas diferentes. Para nosotros tiene que ser tan doloroso que un taxista mate a una mina cuando cruza Santa Fe que un chongo que le pega un tiro a una travesti. Obvio que hay una cuesti贸n de identificaci贸n, pero como seres humanos tenemos que apoyar todas las causas porque si no nos afecta en nada cuando un pibe no tiene para morfar en la Villa 31, 驴por qu茅 pretendemos que a ese pibe le afecte que a nosotras nos suceda algo?
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