Desde hace un par de d茅cadas vengo observando una especie de fen贸meno en lo vinculado con las actividades de g茅nero y sexualidad. En la primera parte de esta etapa, salida de la dictadura c铆vico鈥搈ilitar, adquiere forma y color la develaci贸n, revelaci贸n y afirmaci贸n de cada una de las diferencias, tomando como anclaje el regocijo pol铆tico social generalizado.
Despu茅s las fuerzas se fueron dividiendo. Por un lado los movimientos de reclamo y consolidaci贸n de los derechos femeninos y por otro los que representaron a la multiplicidad de variantes, dentro de la lucha por el derecho y vigencia de las transformaciones. Quiz谩s el movimiento m谩s demorado en nuestro pa铆s ha sido el gay. Esta denominaci贸n surgida del lenguaje saj贸n que abarca lo alegre, divertido, el disparate, como denominador com煤n a la homosexualidad. Sabemos del enjundioso y peleado esfuerzo que notables talentos de la civilizaci贸n occidental han aportado a los territorios de la creaci贸n y la inteligencia, a lo largo de siglos, sin hacer hincapi茅 y fundamento en su condici贸n de ser homosexuales.
Por lo tanto me pregunto acerca de si es lo m谩s relevante de una elecci贸n de g茅nero y sexo, la exhibici贸n marketinera, el plumaje pavoneante, los brillos, el vedettismo, la liviandad y el facilismo bullanguero armando vidrieras. Sin duda, esto est谩 catapultado entre otras causas por la enorme represi贸n de los sistemas pol铆tico-sociales de derecha y de izquierda. Pero tambi茅n por proyectos especulativos y desbordantes de las grandes corporaciones en sus enjuagues de comercializaci贸n (productos, ideas, escenograf铆as, comunicaci贸n).
Mi prop贸sito es sugerir al eficiente equipo de Soy que comencemos a develar estas cuestiones con miras a intentar restablecer tambi茅n un plano serio y significativo que acompa帽e en todo caso las carnestolendas y fanfarrias.
Nos parece que esto puede cooperar e incluso incentivar las formas de dignificar las luchas y esfuerzos por instalar y dignificar las elecciones de mujeres y hombres en la Argentina sin mayor necesidad de espect谩culo y luminotecnia.
Gracias por su trabajo.
Oscar Castelo
Neuqu茅n
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