En EE.UU. un fiscal especial investiga los vínculos de Donald Trump con la presunta “intromisión” rusa en las elecciones presidenciales. Al igual que Mauricio Macri, Trump no escapa a la tentación de controlar a los fiscales que podrían investigarlo. Pero desde el Partido Republicano, al que pertenece el mandatario, la advertencia fue fulminante: si Trump echa al fiscal general, Jeff Sessions, tendría “un infierno sagrado para pagar, sería el principio del fin. Este esfuerzo para marginar y humillar al fiscal general no va a salir bien’’ dijo el poderoso senador Lindsay Graham.