Tras un cónclave de una hora, ambos se acercaron para la foto apoyados en sus bastones, joviales, con sonrisas amplias. Ella terminó posando aferrada a su brazo, con su cabeza apoyada en su hombro. Ocurrió ayer por la tarde en un salón de Santa Marta, la residencia comunitaria en la que eligió vivir el Papa en el Vaticano. El vínculo entre Francisco y Estela de Carlotto,como quedó documentado, es de una cercanía que elude toda diplomacia.