Los campeones del mundo salieron muy bien parados tras una ceremonia que se estiró demasiado. Las tres sedes posibles, la proyección hacia la segunda ronda y los partidos más rimbombantes de la primera.
Al equipo de Ancelotti le tocó uno de los cucos del segundo bombo, Marruecos. A los últimos subcampeones, la temida Noruega.
Luego de entregar la Copa del Mundo sobre el escenario, expresó su alegría y prometió a los hinchas que el equipo “va a dar lo máximo” en el Mundial 2026.
Con la Pulga como emblema, el equipo de Mascherano irá este sábado por el título de la MLS ante Vancouver Whitecaps.