A raíz del impacto de la sequía en la producción de trigo y a pesar de las restricciones a las importaciones, el Banco Central debió enfrentar la salida de divisas por la vía del intercambio comercial.
El aumento de precios de las importaciones, particularmente las energéticas, tuvo impacto negativo en la balanza comercial de 2022.
En octubre, el ingreso de divisas por la vía comercial marcó un récord en lo que va del año, con 1827 millones de dólares.
En los primeros nueve meses del año el intercambio arrojó un superávit de 2611 millones de dólares, frente a los 12.340 millones de dólares de igual período de 2021.
La balanza comercial con el principal socio del país arrojó un déficit en octubre de 21 millones de dólares. Fue producto de un aumento de las importaciones del 12,5 por ciento y una caída de las exportaciones del 18,5.
La recesión se refleja en una baja abrupta de las importaciones, que en el cuatrimestre retrocedieron 28,9 por ciento. Las exportaciones disminuyeron 1,2 en el mismo período.
El intercambio comercial arrojó un superávit de 372 millones. Las exportaciones cayeron 4,7 por ciento interanual, pero el dato igual fue positivo por el retroceso de las compras debido a la suba del dólar y la crisis económica.
Con las importaciones prácticamente paralizadas, la Argentina repitió en enero el superávit comercial con Brasil, según un informe realizado por la consultora Ecolatina.