El juez Anthony Kelly decidirá si le da la razón al jugador y cancela la anulación de su visado, o si sostiene la decisión de las autoridades de negarle el ingreso.
Vive hace diez años en Estados Unidos y es dueño de una galería en Nueva York, adonde regresaba el viernes, cuando lo detuvieron catorce horas en el aeropuerto, lo interrogaron y lo deportaron.