El magistrado federal de Curitiba aceptó la invitación casi exactamente dos años después de haber declarado que “jamás entraría a la política”. Su designación refuerza la teatralización de la lucha contra la corrupción en Brasil.
El mediático magistrado no tendrá dos causas derivadas de la delación de los ejecutivos de Odebrecht contra Lula da Silva. La fiscalía de Curitiba vinculaba todas las causas a desvíos de Petrobras para controlar los expedientes.
El ex presidente negó que exista una red de corrupción liderada por el líder del PT ante el Juez Moro, que investiga el caso Petrobras.