En un reportaje desde la cárcel embistió contra la sumisión del gobierno frente a Washington, criticó al presidente y al ministro de Justicia.
Habló de sus días en prisión, de la muerte de su nieto, del gobierno de Bolsonaro, de las acusaciones que enfrenta y de su lugar en la historia.
La Quinta Sala de la corte de la tercera instancia determinó que corresponde aplicarle a Lula una pena de ocho años, diez meses y veinte días.
El Superior Tribunal de Justicia aceptó un recurso presentado por la defensa del ex presidente y redujo en cuatro años y tres meses la condena por la que está preso desde abril del año pasado en Curitiba. Con esta modificación, en septiembre podría ser beneficiado con la prisión domiciliaria.
El problema de la transparencia, como el de la lucha contra la corrupción, es la opacidad de su selectividad.